miércoles, 31 de agosto de 2011

El blog de Una Ummah: El Califato es el protector de los paises islámico...

El blog de Una Ummah: El Califato es el protector de los paises islámico...: El Califato es el protector de los paises islamicos. Su establecimiento es Fard y negarse a trabajar por ello es Haram. El Califato (Jila...

Libia. El recuerdo de la experiencia imperial en America del Sur.

Realmente el império americano es un fiel continuador de otros imperios desde Roma a britania.

Recordemos la nefasta influencia británica en  los siglos 18 y 19 .

Brasil : defensa del imperio de los Pedros,:  contra los movimientos democraticos de Bahia, Nordeste, Farrapos en Rio Grande del Sur.

Uruguay : intervención via masoneria para crear un estado tapon entre Brasil y Argentina y controlar el Plata.

Promover la triple alianza para destruir el Paraguay de Lopez .

Britanicos y USA unidos y en luchas entre sí con un objetivo comun : dividir el continente latino americano y apoderarse de sus riquezas naturales, mano de obra barata o esclava. Transformar al Continente en proovedor de materias primas y alimentos para las metrópolis.

Crearon diversas guerras locales : entre Chile y Bolivia, entre Bolivia y Paraguay.

Incentivaron los odios entre los diversos ejercitos "nacionales" un  ejemplo clásico es Brasil versus Argentina.

O sea el imperio divide para controlar y lucha usando la sangre local.

Finalizando : existe una diferencia entre britanicos y americanos.

! los britanicos operan en base a la administración y el servicio civil , apoyandose en el ejercito.  Se muestran como el "protector civilizador".
Cuando se retiran dejan problemas enormes como entre India y Paquistan , en las naciones Africanas. Turcos versus árabes y  creación del Estado de Israel y Arabia Saudita contra los árabes y para controlar Suez.

!! los "gringos" se apoyan solamente en el poder militar, así lo hicieron desde sus comienzos contra los pueblos originarios.

Siempre interviniendo militarmente o creando golpes de estado militares.

Actualmente presentan dos líneas de dominacion : 1. la militar y/o la Zionista.

Presentan algunos choques entre ambas ya que no siempre los intereses imperiales de USA son los mismos que los de Israel. De todas maneras , es un problema secundario  , ya que la politica exterior americana, la economía ( la bolsa) y el Congreso son dominados por los zionistas.


martes, 30 de agosto de 2011

Desestabilización.

El imperio despues de ocupar a Libia, se prepara para "democratizar" a Siria.



En su camino pretenden reocupar al Africa y crear una guerra civil en China en nombre de la "democrácia" .



Actuando sobre la población musulmana en China, crear un caos que permita la "devolución " y el retorno de China al pasado colonial.



El cinismo y la desfachatez imperial es infinito e inimaginable.



Nadie esta a salvo, los rusos tampoco. Veremos intentonas - liberales, neoliberales y militares -en las Americas .

Mercenarios

Mercenarios argentinos y de otros paises del continente participan bajo el comando de la OTAN en las operaciones contra Libia y Gadafi.



Recordemos que fueron las tropas mercenarias que sirvieron bajo el comando americano en Irak que dieron el golpe de estado en Honduras.



Los mercenarios son una parte fundamental en la nueva estrategia belica de USA/OTAN/ZION.



Respecto a las "Americas" los mercenarios seran utilizados para reprimir la población y apoyar golpes militares.



Reciben su prueba de fuego en Afganistan, Irak, Libia y en Africa.

jueves, 25 de agosto de 2011

Festejar victorias Imperiales contra dictadoreslocales??????

Waldemar Branas
Festejar la victoria del neoliberalismo imperial contra Libia, es como, festejar la victoria de America contra Irak y Afganistan, o del neo liberalismo contra la URSS. Occidente pondrá titeres y marionetas controlados por diversas mafias. Efectivamente el neo liberalismo tiene un respiro. Ahora le toca a Siria. Israel saldrá fortalecido en Medio Oriente. TEndremos un nuevo orden en Africa. Posiblemente USA y aliados intentaran alguna cosa en America Latina.
Hace 7 minutos · Privacidad: ·
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Waldemar Branas Pensemos: que caigan dictadores es buena cosa. Que sean destruidos por el imperio para imponer algo peor...no es buena cosa.
Hace 5 minutos · Me gusta


Waldemar Branas No olvidemos que Kadafi fue destruido por el enorme apoyo de la OTAN y mercenarios . Recordemos : Rusia no gano con la caida del comunismo sovietico , Irak no gano con la destruccion de Sadam. El imperio interfiere no para ayudar ...todo lo contrario : para robar.

miércoles, 24 de agosto de 2011

La victoria de la OTAN/USA contra Libia.

La victoria de la NATO/USA contra Libia.
de Waldemar Branas, el miércoles, 24 de agosto de 2011, 10:57
Las élites de la NATO/USA festejan. El petroleo, el agua y el gas son "libres" para la "democratización" de Libia. Un nuevo orden se presenta para Africa. Siria y Venezuela están en la lista. El imperio gana mucho dinero y prestigio. Nuevas guerras se vislumbran en el horizonte. La actual crisis tiene un respiro de unos 5 ańos.

Como resultado, algunos escenarios posibles:

Rusia perderá su base en Siria. Israel se fortifica. La guerra contra Iran parece enevitable.

Los ejercitos imperiales obtienen el petroleo que tanto necesitan para sus guerras.

Europa se libra del gas ruso.

El agua de Libia se utilizará como arma de chantage y dominio.

Es probable una guerra contra Rusia.

China está atada de pies y manos a la maquina imperial, fináncia y es dependiente de los mercados europeos y americanos. Al menos ..si no cambia su modelo capitalista y encuentra alguna solución , en la tradicón confucio-budista.....de gobierno..China es el gran perdedor en la guerra contra Libia, ya que financió la infraestructura del país.

Nuevas guerras en Africa contra los "dictadores" para implantar la "democracia" y librar a los africanos de sus riquezas minerales y naturales.

Si Colombia se presenta operacional y Brasil se neutraliza, la invasión de Venezuela es muy posible ya que USA necesita desesperadamente el petroleo y las riquezas del país. De paso se dará una lección al continente para recordar quien es el amo. USA y NATO tienen toda las bases logísticas para tal operación militar y mediática.

La bolsa y la cleptocracia son favorecidos y fortificados. Nuevas guerras y la destruccion del Amazonas y las ultimas florestas del planeta.

La pregunta a responder : como reaccionara la humanidad???, que es la gran perdedora........

viernes, 19 de agosto de 2011

Pilhagem de James Petras. Patria Latina.





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Brasília - Sábado , 20 de Agosto de 2011 Página Inicial | Indique aos amigos

Coluna de James Petras
Pilhagem, esperança e paz
Por James Petras, no sítio português Resistir:

Vivemos tempos de grande destruição e de grandes oportunidades económicas. A América Latina não é excepção. No contexto global, o Império estado-unidense está empenhado em guerras destrutivas (Afeganistão, Iraque, Paquistão, Líbia, Iémen, Somália e Haiti). Em contraste, a China, Índia, Brasil, Argentina e outras "economias emergentes" estão a expandir comércio, investimentos e reduzir pobreza. A União Europeia (UE) e os Estados Unidos (EUA) estão em crises económicas profundas. A periferia da UE (Grécia, Irlanda, Portugal, Espanha) está totalmente em bancarrota. As "dependências" dos EUA na América do Norte (México), América Central e Caribe são narco-estados virtuais praguejados pela pobreza em massa, taxa de crime astronómicas e estagnação económica. As dependências dos EUA são pilhadas por multinacionais, oligarcas locais e políticos corruptos.

A Colômbia posiciona-se em encruzilhadas: ela pode seguir as pegadas do seu antecessor, o narco-presidente Álvaro Uribe, e permanecer uma dependência militar, um solitário posto avançado do Império estado-unidense na América do Sul. A Colômbia pode permanecer à margem da maior parte dos mercados mundiais dinâmicos e em guerra com o seu povo ou, através de uma nova liderança sócio-política, pode efectuar uma reorientação profunda de política e consumar uma transição rumo a maior integração com os mercados dinâmicos do mundo.

A Colômbia tem todos os ingredientes objectivos (recursos materiais e humanos) para ser parte da nova ordem dinâmica. Mas primeiro e acima de tudo ela deve abandonar seu papel como vassalo militarizados dos Estados Unidos e objecto de exploração de uma oligarquia rentista. A Colômbia deve deixar de apoiar golpes dos EUA (Honduras, Venezuela) e de ameaçar seus vizinhos (Equador).

A Colômbia não pode desenvolver suas forças produtivas e financiar a modernização da educação superior e melhoria de treino técnico e [ao mesmo tempo] gastar milhares de milhões com as centenas de milhares de militares, paramilitares, polícias e operativos de inteligência. O aparelho repressivo militar está orientado para a repressão dos sectores da força de trabalho mais produtivos, criativos e motivados. A prosperidade depende da paz civil a qual depende da profunda desmilitarização do estado colombiano. A conexão entre a economia e o pode militar é clara. A China gasta um décimo do orçamento militar dos EUA mas cresce cinco vezes mais rápido. A política externa independente do Brasil e o realinhamento com o mercado asiático levou a um alto crescimento, ao passo que o México, como um satélite do North American Free Trade Treaty, é um estado estagnado e fracassado.

Desmilitarização: As especificidades da Colômbia

A Colômbia é a sociedade mais militarizada da América Latina, com o mais elevado número de vítimas na sociedade civil. O "militarismo" na Colômbia inclui a maior força militar activa operacional dentro das fronteiras do estado e ser o maior recipiente de financiamento militar da maior potência militarista do mundo. Como cliente subordinado do Império estado-unidense, a Colômbia tem o pior registo de direitos humanos, no que se refere a mortes de jornalistas, sindicalistas, activistas camponeses e advogados de direitos humanos.

Contudo, a violência estatal e para-estatal não é aleatória. Mais de 4 milhões de agricultores, camponeses e intermediários rurais foram expulsos à força e a suas terras foram tomadas por grandes latifundiários, narco-traficantes, generais e homens de negócio aliados ao governo. Por outras palavras, o Estado terrorista e a expulsão em massa é um método peculiarmente colombiano de "acumulação de capital". A violência do Estado é o método para assegurar os meios de produção para aumentar agro-exportações a expensas de famílias de agricultores.

Na Colômbia, o extermínio estatal e para-estatal substitui o mercado e "relações contratuais" no cumprimento de transacções económicas. As relações desiguais entre um estado militarista e movimentos populares da sociedade civil têm sido o principal obstáculo a uma transição de um regime político oligárquico para um sistema eleitoral democrático e pluralisticamente representativo.

A Colômbia combina formas de representação da elite do século XIX com meios de repressão militar altamente desenvolvidos do século XXI: um caso de desenvolvimento desigual e combinado. Em consequência deparamo-nos com "crescimento desequilibrado", um aparelho militar, policial e paramilitar super-desenvolvido e subdesenvolvidas instituições sociais e políticas dispostas e capazes de entrar em negociações através da reciprocidade e dos compromissos dentro de uma estrutura cívica.

A cultura do estado de "guerra permanente" mina as condições de confiança e reciprocidade e levanta riscos inaceitáveis para quaisquer interlocutores sociais e políticos.

Dentro do estado militarizado – especialmente devido às suas ligações profundamente enraizadas a instituições militares regionais dos EUA – apenas "negociações" que reforçam a actual ordem sócio-económica e disposição política institucional são aceitáveis. Mesmo reconhecidos "mediadores da paz" empenham-se em "negociações" só com um lado exigindo concessões unilaterais de insurgentes e raramente fazem exigência de concessões recíprocas do Estado.

A maior parte dos países latino-americanos que passaram por transições do domínio ditatorial para a política eleitoral respeitou os oponentes. Só a Colômbia assassinou toda a liderança política e os activistas – da União Patriótica – que se converteram da luta armada para a luta eleitoral. Nenhuma outra oposição latino-americana (ou europeia ou asiática) experimentou a violência do estado infligida à União Patriótica (UP): o assassínio de 5.000 activistas incluindo candidatos ao Congresso e à Presidência.

Os actuais regimes de centro-esquerda da América do Sul, suas economias em expansão e as lutas de movimentos sociais livres e abertas, são um produto de levantamentos sociais (entre 1999-2005) que terminaram "políticas militarizadas". Revoltas populares na Bolívia, Argentina, Equador e Venezuela abriram o caminho para o centro-esquerda. No Brasil, Uruguai e Chile movimentos sociais ajudaram a deslocar regimes de direita.

Em consequência de lutas de massa e levantamentos populares, regimes de centro-esquerda prosseguem políticas económicas relativamente independentes e programas anti-pobreza progressistas. Eles elevaram padrões de vida e proporcionaram espaço político e social para a continuação da luta de classe

A Colômbia é um dos poucos países que fracassaram em efectuar a transição de um regime militarista de direita para um modelo de bem-estar e desenvolvimento de centro-esquerda, porque ao contrário do resto da América Latina ela ainda tem de experimentar um levantamento popular, resultando numa nova configuração política.

Colonatos de paz: América Central ou Indochina?

"Colonatos de paz" produzem vencedores e perdedores. Eles reflectem a correlação de forças externa e interna. O processo de negociação, incluindo quem é consultado no estabelecimento de prioridades e em efectuar concessões, é central para a trajectória futura do "processo de paz".

A história recente proporciona-nos dois "processos de paz" diametralmente opostos e com consequências dramaticamente diferentes: os aldeamentos de paz indochineses de 1973-75 e os aldeamentos de paz centro-americanos de 1992-1993. No caso da Indochina e mais especificamente dos aldeamentos vietnamita-americanos, a Frente de Libertação Nacional (FLN), assegurou a retirada das forças militares dos EUA, o desmantelamento de bases militares estado-unidenses e a desmilitarização do estado. a FLN concordou acordou um processo de integração política baseado no reconhecimento de certas reformas sócio-económicas e políticas básicas, incluindo reforma agrária, a recuperação da posse de terras de milhões de camponeses deslocados e o processamento de responsáveis civis e militares acusados de crimes contra a humanidade. Os negociadores da FLN fizeram concessões políticas mas em consulta estreita com a sua base de massa de camponeses, trabalhadores e profissionais. Eles apoiaram o princípio da democratização do estado e desmilitarização da sociedade como condições essenciais para a finalização da guerra.

Ao longo dos últimos 35 anos, o Vietname evoluiu de país socialista independente em direcção a uma economia capitalista pública-privada, transitando para um crescimento mais alto e padrões de vida mais elevados mas aumentando desigualdades e com maior corrupção.

Em contraste, os acordos de paz centro-americanos assinados pelos líderes da guerrilha levaram ao fim do conflito armado e à incorporação da elite insurgente dentro do sistema eleitoral. Contudo, não houve mudanças básicas no sistema militar, económico e social. Nenhuma das organizações populares de massa foi consultada. Ao grosso dos combatentes armados, tantos insurgentes populares como mercenários paramilitares, foi dada alta e tornaram-se um exército de desempregados "armados". Ao longo dos últimos 20 anos, gangs criminosas tomaram o controle de grandes extensões da América Central, ao passo que a elite da guerrilha ex-Farabundo Marti, e dos seus colegas guatemaltecos e nicaraguenses, se tornaram homens de negócio ricos e aliados eleitorais de políticos conservadores. Eles são protegidos por guarda-costas privados e não tomam conhecimento das condições de 60% da população que vive abaixo da linha de pobreza. Os "acordos de paz" na América Central serviram de veículo para a mobilidade social da elite da guerrilha. Eles não acabaram com a violência. Todos os anos mais pessoas deparam-se com mortes violentas do que os que foram mortos durante os anos de guerra civil.

Os acordos de paz vietnamita e centro-americanos tiveram lugar durante diferentes momentos internacionais. Na década de 1970, a União Soviética e a China proporcionavam vasto apoio material e político aos vietnamitas. Durante as negociações de paz centro-americanas, com a União Soviética desintegrada, a China estava virar para o capitalismo e Cuba enfrentava um "período especial" de crise económica devido à perda da ajuda e do comércio soviético.

A mudança na correlação de forças internacional influenciou claramente, mas não determinou, os resultados desfavoráveis na América Central. Em menos de uma década após os desastrosos acordos de paz centro-americanos, a Venezuela, sob o presidente Chávez, conseguiu derrotar um golpe e avançou rumo a uma transformação socialista. Revoltas populares aboliram governantes neoliberais na Argentina, Bolívia, Equador e alhures. O fim da URSS não acabou com lutas de classe bem sucedidas na América Latina.

A reaccionária correlação de forças política da década de 1990 mudou dramaticamente. Em 2011, só a América Central, o México e a Colômbia permanecem como ilhas de reacção num mar de esquerda ressurgente e de lutas populares na América do Sul, Norte de África e Sul da Ásia.

O estabelecimento da paz centro-americana, com sua aceitação do estado militarizado, ligado às exportações agro-minerais das elites e às gangs narco-criminosas, tornou-se um monumento de um "processo de paz" fracassado. O estabelecimento da paz vietnamita, se bem que longe de perfeito, pelo menos proporcionou paz, segurança, reforma agrária e rendimento mais alto para o campesinato e os trabalhadores. Não há dúvida de que a Colômbia tem diferenças históricas e estruturais com a América Central e a Indochina.

Os movimentos sociais armados na Colômbia têm uma história específica a qual antecede os insurgentes centro-americanos em muitos anos e desenvolveu laços políticos com certas regiões e movimentos sociais os quais têm perdurado ao longo do tempo. Ao contrário dos insurgentes centro-americanos e vietnamitas eles também não estão dependentes de apoiantes "externos". Acima de tudo, a experiência fracassada de "reconciliação política" na América Central levou insurgentes colombianos a levantarem condições significativas em relação ao processo de paz, nomeadamente desmilitarização e reformas sócio-económicas (reforma agrária e recuperação de terra para os que dela foram privados). "Paz a qualquer preço" só levará a novas e igualmente virulentas formas de violência, como no caso actual do México com 10 mil mortos por ano, 7 mil assassínios por ano em El Salvador e um número igual de homicídios na Guatemala.

A experiência vietnamita de paz via justiça social e desmilitarização parece assegurar um mínimo de prosperidade. Certamente a correlação internacional de forças melhorou dramaticamente. A América Latina substituiu os regimes fantoches neoliberais. As economias latino-americanas descobriram mercados dinâmicos na Ásia independentes dos EUA. Revoltas populares no Médio Oriente e na Ásia – desde a Tunísia até o Afeganistão – estão a forçar os militares estado-unidenses a recuar. O contexto internacional e regional é muito favorável se a Colômbia souber aproveitá-lo. O método e os modos de luta, aqueles que unem movimentos populares sem distinção, deveriam ser abertamente discutidos e resolvidos sem exclusões. A insurgência é parte da solução, não do problema. A chave para um diálogo frutífero é a desmilitarização do estado, finalizar a presença militar dos EUA, terminar o Plano Colômbia e converter despesas militares em desenvolvimento económico e social.
Postado em 14/08/2011 ás 11:19
Terrorismo político organizado

O massacre norueguês, o Estado, os media e Israel
por James Petras [*]

"Deixem-nos então combater em conjunto com Israel, com nossos irmãos sionistas contra todos os antissionistas, contra todos os marxistas culturais/multiculturalistas".
Manifesto de Anders Behring Breivik

"... existem mais duas células na minha organização"...
Ander Behring Breivik sob custódia policial (Reuters 7/25/11)

O atentado à bomba do gabinete do primeiro-ministro norueguês em 22/Julho/2011, Jen Stoltenberg, do Partido Trabalhista, o qual matou oito civis, e o subsequente assassinato político de 68 ativistas desarmados da Juventude do Partido Trabalhista na Ilha Utoeya, a apenas 20 minutos de Oslo, pelo militante neofascista cristão-sionista, levanta questões fundamentais acerca do crescimento das ligações entre a extrema direita legal, os media "de referência", a política norueguesa, Israel e o terrorismo de extrema direita.

Os meios de comunicação e a ascensão do terrorismo de direita:

Os principais jornais de língua inglesa, The New York Times (NYT), o Washington Post (WP), o Wall Street Journal e o Financial Times (FT), bem como o presidente Obama, culparam "extremistas islâmicos", desde os primeiros relatórios policiais dos assassinatos, publicando um série de manchetes incendiárias (e falsa) e reportagens, etiquetando o evento como o "11/Set da Noruega", o qual refletia a motivação ideológica e justificação mencionada pelo próprio assassino político cristão-sionista, Anders Behring Breivik. Na primeira página do Financial Times (de Londres) de 23-24/Julho, lia-se "Temores do extremismo islâmico: O pior ataque na Europa desde 2005". Obama imediatamente citou o ataque terrorista na Noruega para mais uma vez justificar suas guerras além-mar contra países muçulmanos. O FF, NYT, WP e WSJ ativaram seus auto-intitulados "peritos" os quais debateram acerca de quais líderes ou movimentos árabes/islâmicos foram responsáveis – apesar de informações da imprensa norueguesa da "prisão de um homem nórdico em uniforme de polícia".

Evidentemente, os meios de comunicação e a elite política dos EUA estavam ansiosos por utilizar o atentado bombista e os assassinatos para justificar guerra imperiais em curso além-mar, ignorando o florescimento de organizações internas de extrema direita e indivíduos violentos que são a consequência da propaganda de ódio oficial islamofóbica.

Quando Anders Breivik, um conhecido extremista neofascista, entregou suas armas à polícia norueguesa, sem resistência, e reivindicou o crédito pelo atentado bombista e o massacre, teve início a segunda fase do encobrimento oficial. De imediato ele foi descrito como "um solitário lobo assassino", o qual "atuou sozinho" (BBC, 24/Julho/2011) ou como mentalmente demente, minimizando suas redes políticas, seus mentores ideológicos e compromissos com americanos, europeus e israelenses, que o levaram aos seus atos de terrorismo. Ainda mais ultrajante, os media e responsáveis ignoraram o facto de que este ataque terrorista complexo e com múltiplas fases estava além da capacidade de uma pessoa "demente".

Anders Behring Breivik foi membro de um partido político de extrema-direita, o Partido do Progresso, e colaborador e colaborador de um sítio web abertamente neo-nazi. Ele frequentemente centrava seu ódio sobre o Partido Trabalhista governante pela sua relativa tolerância de imigrantes. Despreza imigrantes, especialmente muçulmanos, e era um ardente apoiante cristão-sionista repressão e terror israelense contra o povo palestino. Sua ação criminosa foi essencialmente política e integrada numa rede política muito mais vasta.

A elite política e os media fizeram todo o possível para negar o entrecruzamento de ligações entre islamófobos ideológicos "legais", como os sionistas americanos Daniel Pipes, David Horowitz, Robert Spencer e Pamela Geller, o Partido da Liberdade da extrema-direita holandesa dirigido pelo intriguista Geert Wilders e seus homólogos no Partido do Progresso norueguês que se mobiliza contra a "ameaça muçulmana". Os terroristas da "ação direta" tomam inspiração em partidos eleitorais, como o Partido do Progresso, o qual recruta e doutrina ativistas, como Behring Breivik, os quais deixam então a "estrada eleitoral" para executarem suas carnificinas sangrentas, permitindo aos promotores do ódio "respeitáveis" condená-lo hipocritamente... após a afronta.

O assassino fascista: Um super-homem solitário viaja mais rápido do que uma bala contra a polícia que se move mais devagar do que uma tartaruga reumática:

O caso do "terrorista lobo solitário" desafia a credibilidade. É um tecido de mentiras utilizadas para encobrir cumplicidade do estado, má conduta da inteligência e a aguda viragem à direita tanto na política interna como externa de países da NATO.

Não há qualquer base para aceitar a afirmação inicial de Breivik de que atuou só devido a várias razões relevantes: Primeiro, o carro bomba, que devastou o centro de Oslo, era uma arma altamente complexa que exigir perícia e coordenação – da espécie disponível para estados ou serviços de inteligência, como o Mossad, o qual se especializa em carros bombas devastadores. Amadores, como Breivik, sem treino em explosivos, habitualmente explodem-se a si próprios ou falta-lhes a qualificação necessária para conectar os dispositivos electrónicos de temporização ou detonadores remotos (como provaram fracassados "sapatos" e "cuecas" dos bombistas da Times Square).

Em segundo lugar, os pormenores de (a) movimentar a bomba, (b) obter (roubando) um veículo, (c) colocar o engenho no sítio estratégico, (d) detonar com êxito e (e) então vestir um elaborado uniforme da polícia especial com um arsenal de centenas de munições e conduzir em outro veículo para a ilha de Utoeya, (f) esperar pacientemente enquanto armado até os dentes por um ferry boat, (g) cruzar-se com outros passageiros no seu uniforme de polícia, (h) acercar-se dos ativistas da Juventude Trabalhista e começar o massacre de grande número de jovens desarmados e finalmente (i) liquidar os feridos e caçar aqueles que tentavam esconder-se ou nadar para longe – não é a atividade de um fanático solitário. Mesmo a combinação de um Super-homem, Einstein e um atirados de classe mundial não podiam executar tais tarefas.

Os media e os líderes da NATO devem encarar o público como passivos estúpidos ao esperar que acreditem que Anders Behring Breivik "atuou só". Ele está disposto a aguentar uma sentença de 20 anos de prisão, pois sustenta que a sua ação coletiva é a fagulha que incendiará seus camaradas e promoverá a agenda dos partidos violentos e legais de extrema-direita. Frente a um juiz norueguês, em 25 de Julho, ele declarou publicamente a existência de "mais duas células na minha organização". De acordo com testemunhas na Ilha Utoeya, foram ouvidos tiros de duas armas distintas vindos de diferentes direções durante o massacre. A política, dizem eles, está a ... "investigar". Não é preciso dizer que a polícia nada encontrou; ao invés disso simularam um "show" para encobrir a sua inação com a invasão de duas casas longe do massacre e rapidamente libertaram os suspeitos.

Contudo, a mais grave implicação política da ação terrorista é a ostensiva cumplicidade de altos responsáveis da polícia. A polícia levou 90 minutos para chegar a Ilha Utoeya, localizada a menos de 20 milhas [32 km] de Oslo, 12 minutos de helicóptero e 25 a 30 minutos de carro e barco. O atraso permitiu aos assassinos da extrema-direita utilizaram toda a munição, maximizando a mortes de jovens, ativistas antifascistas, e devastando o movimento trabalhista juvenil. O chefe de polícia, Sveinung Sponheim, deu a mais fraca das desculpas, afirmando "problemas com transporte". Sponheim argumentou que não estava pronto um helicóptero e que "não podiam encontrar um barco" (Associated Press, 24/Julho/2011).

Mas havia um helicóptero disponível. Ele conseguiu voar a Utoeya e filmar a carnificina em curso, e mais da metade dos noruegueses, um povo marítimo há milénios, possui ou tem acesso a um barco. Uma força policial, confrontada com o que o primeiro-ministro chama a "pior atrocidade desde a ocupação nazi", a mover-se ao ritmo de uma tartaruga reumática para resgatar jovens ativistas, levanta a suspeita de algum nível de cumplicidade. A questão óbvia que se levanta é o grau em que a ideologia do extremismo de direita – neofascismo – penetrou a polícia e as forças de segurança, especialmente os escalões superiores. Este nível de "inatividade" levanta mais questões do que respostas. O que sugere que os sociais-democratas só controlam parte do governo – o legislativo, ao passo que os neofascistas influenciam o aparelho de estado.

O facto claro é que a polícia não salvou uma única vida. Quando finalmente chegou, Anders Behring Breivik havia esgotado a sua munição e rendeu-se à polícia. A polícia literalmente não disparou um único tiro; ela nem mesmo teve de caçar ou capturar o assassino. Um cenário quase coreografado: Centenas de feridos, 68 desarmados, ativistas pacíficos mortos e o movimento da juventude trabalhista dizimado.

A polícia pode afirma "crime resolvido" enquanto a mídia tagarela acerca de um "assassino solitário". A extrema-direita tem um "mártir" para mascarar um novo avanço na sua cruzada anti-muçulmana e pró Israel. (Recorda o celebrado fascista israelense-americano, assassino em massa, Dr. Baruch Goldstein, que massacrou dúzias de palestinos desarmados, homens e rapazes e um pregador, em 1994).

Apenas dois dias antes dos assassínios políticos, o responsável do Movimento da Juventude do Partido Trabalhista, Eskil Pederson, deu uma entrevista ao Dagbladet, o segundo maior tabloide da Noruega, na qual anunciava um "embarco económico unilateral de Israel por parte da Noruega" (Gilad Atzmon, 24/Julho/2011).

O facto que importa é que os militares noruegueses não têm problemas e despachar rapidamente 500 tropas para o Afeganistão, a milhares de quilómetros e proporcionar seis jactos e pilotos da Força Aérea Norueguesa para bombardear e aterrorizar a Líbia. E ainda assim eles não podem encontrar um helicóptero ou um simples barco para transportar a sua polícia algumas centenas de metros para impedir um ato terrorista interno da direita – cujo comportamento assassino estava a ser descrito segundo a segundo pelas jovens vítimas aterrorizadas nos seus tele móveis aos seus pais desesperados.

As raízes imperiais do fascismo interno: Conclusão

Claramente, as decisões da Noruega e outros países escandinavos de participar nas cruzadas imperiais dos EUA contra muçulmanos e especialmente árabes no Médio Oriente excitaram e revigoraram a direita neofascista. Eles agora querem "trazer a guerra para casa": querem que a Noruega vá mais além, "expurgar a nação, pela expulsão de muçulmanos. Eles querem "enviar uma mensagem" ao Partido Trabalhista: Ou aceita uma plena agenda neofascista a favor de Israel ou aguarda mais massacres, mais fascistas eleitos, mas seguidores de Anders Behring Breivik.

O "Partido do Progresso" é agora o segundo maior partido político na Noruega. Se uma coligação "conservadora" derrotar os trabalhistas, neofascistas provavelmente terão assento no governo. Quem sabe, após uns poucos anos de bom comportamento, eles possam encontrar uma desculpa para comutar a sentença do seu ex-camarada ... ou proclamá-lo mentalmente reabilitado e livre.

O que é claramente necessário é a retirada imediata de todas as tropas de guerras imperiais e um combate sistemático, coerente e organizado contra terroristas internos e seus padrinhos intelectuais na América, Israel e Europa. A Juventude Trabalhista deve ir em frente com o seu pedido de que o governo trabalhista, sob o primeiro-ministro Jen Stoltenberg, reconheça a nação da Palestina e implemente um boicote total a bens e serviços de Israel. Uma campanha de educação política nacional e internacional deve ser organizar para revelar as ligações entre fascistas eleitorais respeitáveis e terroristas violentos. Os mártires da Juventude Trabalhista da Ilha de Utoeya deveriam ser guardados no coração e os seus ideais ensinados em todas as escolas. Seus inimigos e apoiantes de extrema-direita, abertos, encobertos ou diretamente cúmplices, deveriam ser revelados e condenados. A melhor armas contra o renovado ataque neofascista é uma ofensiva política e educacional, assumindo as tradições de combate antifascista e anti-Quisling (o notório colaborador nazi da Noruega) dos seus avós. Não é demasiado tarde – se o Partido Trabalhista, os sindicatos noruegueses e a juventude antifascista atuarem agora antes do dilúvio do fascismo ressurgente.


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Postado em 05/08/2011 ás 20:43
EUA: A classe trabalhadora contra a classe média
– Solidariedade ou competição no enfrentamento da crise?
por James Petras

"Creio que não percebe quão difícil é para os oprimidos tornarem-se unidos. A sua miséria une-os (...) Mas por outro lado a sua miséria é capaz de separá-los uns dos outros, pois são forçados a arrancar as pobres migalhas das bocas uns dos outros".
Bertolt Brecht, Collected Plays Vol. 9 (Pantheon Books New York 1972) p. 379

. Há dois factos incontestáveis acerca dos Estados Unidos: a economia e a classe trabalhadora experimentam uma crise económica prolongada a qual perdura há mais de três anos e não mostra sinais de acabar; não houve grande revolta, resistência em massa nacional ou mesmo protestos em grande escala com quaisquer consequências. Poucos escritores tentaram abordar este paradoxo aparente e aqueles que o fizeram deram respostas parciais as quais de facto levantam mais questões do que respondem.

Linha de investigação

No essencial, a maior parte dos que escrevem enfatizam um dos dois lados do "paradoxo". Os analistas da "crise" focam a extensão, duração e natureza duradoura da ruptura económica, descrevendo seu duro impacto sobre a classe trabalhadora e a média em termos de perdas de emprego, benefícios, salários, hipotecas, etc. Outros, principalmente na esquerda progressista, enfatizam os protestos locais, respostas críticas em inquéritos de opinião, queixas ocasionais de burocratas sindicais e as esperanças e sermões de académicos e sabichões de que uma "revolta" está a caminho no futuro próximo.

Dentre a minoria de analistas críticos menos confiantes, há desespero ou, pelo menos, uma visão mais pessimista do "paradoxo". Eles apontam vários obstáculos psicológicos, organizacionais e políticos profundamente assentes que impedem qualquer revolta ou inquietação de massa de apossar-se do público dos Estados Unidos.

Em geral, estes críticos vêem a classe trabalhadora e média como "vítimas" do sistema, influenciada por líderes falsos, manipulação dos media, capitalismo corporativo e o sistema de dois partidos, o que os impede de perseguir os seus interesses de classe.

Neste ensaio, buscarei uma linha alternativa de análise a qual argumentará que os "inimigos externos" bloqueando a resistência da classe trabalhadora e da média são ajudados e encorajados pelo comportamento e interesse percepcionado dentro das classes. No prosseguimento desta linha de investigação, argumentarei que tanto a natureza como o âmbito da "crises" foi mal compreendido no seu impacto sobre a classe trabalhadora e a média e, em consequência, o grau de contradições internas dentro daquelas classes não tem sido adequadamente entendido.

Conceitos chave: clarificando 'crises' e o seu impacto

Crises económicas, mesmo severas, prolongadas, tal como a que afecta hoje os EUA, não têm um impacto uniforme sobre todos os sectores da classe trabalhadora e da média. O impacto desigual segmentou a classe trabalhadora e a média entre aqueles que são afectados adversamente e aqueles que não o são, ou quem é certas circunstâncias saiu beneficiado. Esta segmentação é um factor chave responsável pela falta de solidariedade de classe resultou em "contradições" dentro e entre a classe trabalhadora e a média.

Em segundo lugar o desenvolvimento da organização social – especialmente sindicalização – entre trabalhadores do sector público e privado levou os primeiros a assegurar e reter maiores benefícios sociais e aumentos e salários, ao passo que os últimos perderam terreno. Os trabalhadores do sector público valem-se de financiamento público para financiar seus "interesses corporativos" ao passo que os do sector privado são forçados a pagar impostos acrescidos, devido à legislação fiscal regressiva. O resultado é um aparente ou real conflito de interesses entre trabalhadores públicos bem organizados unidos em torno de um estreito conjunto de interesses (próprios) e a massa de trabalhadores não organizados do sector privado a qual, incapaz de aumentar seus salários através da luta de classe, posiciona-se ao lado dos "conservadores fiscais" (financiados pelo big business ) para exigir cortes entre trabalhadores do sector público.

O sectarismo político, especialmente entre democratas da classe média e trabalhadora, mina a solidariedade de classe e enfraquece a resistência social unificada. Isto é evidente em relação a questões de guerra e paz, de crise económica e de cortes em programas sociais. Quando os democratas ocupam posição [no governo], quando anunciam guerra e os gastos de guerra multiplicam-se, o grosso do movimento da paz desapareceu, protestos do trabalho contra cortes orçamentais concentram-se sobre governadores republicanos, não democratas, mesmo quando a classe trabalhadora e a média (incluindo empregados do sector público) é afectada adversamente.

Os milionários dirigentes sindicais de topo (salário médio anual de mais de US$300 mil mais benefícios) aprofundam a divisão ao dar prioridade à segurança da sua posição através de contribuições de milhões de dólares aos democratas, comprando portanto segurança quanto aos fluxos de rendimento decorrentes de pagamentos devidos. A segurança do funcionalismo, através do alinhamento com legisladores, governadores, presidentes de municipalidades e líderes executivos do Partido contribui mais uma vez para a divisão no interior da classe trabalhadora entre "funcionários seguros" e seus seguidores por um lado e o resto da classe média e da trabalhadora.

A operar com estes conceitos chave, voltaremos agora para a descrição das "condições objectivas de crise", um levantamento crítico de algumas explicações para o "paradoxo", prosseguiremos com um exame pormenorizado das "contradições internas" e concluiremos esboçando alguns pontos de partida para a resolução do paradoxo.

A crise económica é real, profunda e prolongada

Os sintomas e estruturas de uma crise económica profunda são facilmente visíveis para qualquer um, mesmo o mais obtuso apologista do governo ou economista de prestígio: os desempregados e subempregados atingiram 18 a 20 por cento. Uma em cada três famílias dos EUA é directamente afectada pela perda de emprego. Um em cada dez proprietários de casa americanos está ou atrasado nos pagamentos da hipoteca ou enfrenta o arresto. Mais da metade dos desempregados actuais (9,1 por cento) esteve sem trabalho durante pelo menos seis meses. Cortes maciços em despesas públicas e investimentos levaram ao fim de programas de saúde, educacionais e de bem-estar para dezenas de milhões de famílias de baixo rendimento, crianças, os deficientes, os pensionistas idosos. Firmas privadas eliminaram ou reduziram pagamentos de seguro de saúde, deixando mais de 50 milhões de trabalhadores americanos sem seguro de saúde e outros 30 milhões com cobertura médica inadequada. Isenções fiscais, tributação reduzida e regressiva aumentaram pagamentos de impostos sobre salário e trabalhadores assalariados, reduzindo seu rendimento líquido. Aumentos sobre pagamentos de pensões e de saúde forçaram empregados da classe média e trabalhadora a sofrerem nova redução do rendimento líquido. As despesas acrescidas para pelo menos quatro guerras (Iraque, Afeganistão, Paquistão e Líbia), preparativos para uma quinta (Irão) e apoio ao estado mais militaristas do mundo (Israel) e um altamente expandido e custoso aparelho de segurança interna (só o Homeland Security custa US$180 mil milhões) deterioram muito o ambiente, os lugares de trabalho, o espaço de lazer e os padrões de vida.

O poder político corporativo e o controle absolutamente tirânico sobre o lugar de trabalho aumentou o medo, a insegurança e o terror virtual entre empregados que enfrentam ritmos acrescidos e eliminação arbitrária de qualquer intervenção na saúde e segurança do lugar de trabalho, na programação do trabalho, nas cargas de trabalho acima e abaixo dos prazos. Empregos em serviços de baixo pagamento proliferam, empregos bem pagos são exportados do país; fábricas manufactureiras são relocalizadas no exterior; profissionais e trabalhadores imigrantes mal pagos são importados aumentando a pressão sobre os trabalhadores americanos para competir por pagamento mais baixo e menores benefícios. A "crise económica" está incorporada na estrutura profunda do capitalismo estado-unidense e não é um "fenómeno cíclico" sujeito a uma recuperação dinâmica, restaurando empregos, lares, padrões de vida e condições de trabalho perdidos.

Respostas da classe trabalhadora e da média à crise económica

A crise económica profunda, enraizada e generalizada não produziu quaisquer revoltas proporcionais, rebeliões ou mesmo um movimento nacional de protesto constante. Na melhor das hipóteses, protestos de segmentos específicos da classe trabalhadora e da média tem procurado defender estreitos interesses organizativos e económicos. O movimento de protesto dos empregados públicos em Wisconsin foram tão excepcionais na sua militância quanto ficaram isolados e limitados quanto ao seu impacto nacional. Quando governadores republicanos na Califórnia e democratas em Nova York eliminaram dezenas de milhares de milhões de dólares em salários, pensões e benefícios de saúde para centenas de milhares de empregados públicos sindicalizados, responsáveis sindicais guincharam de modo impotente do lado de fora, incapazes de organizar quaisquer protestos sérios e muito menos movimentos populares. Embora inquéritos de opinião pública registem altos níveis de preocupação individual acerca das crises económicas e insatisfação com a resposta de ambos os partidos políticos às crises isto não levou à actividade prática, nem tão pouco daí emergiu qualquer "movimento" de massa – o descontentamento permanece privado e inconsequente.

Até que milhões das classes média e trabalhadora estejam profundamente preocupados com as crises económicas em cursos não pode haver repercussões sociais ou políticas significativas passadas, presentes ou no futuro previsível.

Todas as esperanças bombásticas e "prognósticos ameaçadores" da parte de liberais e gente de esquerda, socialistas e progressistas, que escreveram e previram uma próxima "revolta da massas" estavam redondamente erradas. A crise continua e as altamente insatisfeitas classe média e trabalhadora continuam a sofrer privadamente, a resmungar seus descontentamentos isoladamente, pouco desejosas de empenhar-se em qualquer acção colectiva de massa.

Mesmo quando os mass media, mesmo quando a Internet, o Facebook e o Tweeter apresentam milhões a manifestarem-se, a golpearem e mesmo a derrubarem regimes opressivos no Médio Oriente e na África do Norte, mesmo quando nos noticiários transparecem repetidas greves gerais e ocupações de massa de praças públicas por empregados, trabalhadores e desempregados na Grécia, Espanha, Portugal, Itália e França, os trabalhadores dos Estados Unidos permanecem apáticos, indiferentes e impotentes para "aprender as lições" e "efectuar acções colectivas" mesmo quando as questões de emprego e cortes são semelhantes.

Explicações para a imobilidade social face às crises económicas

Não há falta de "reconhecimento" de que "alguma coisa está errada" quanto a isto nos Estados Unidos. Não há falta de sabichões a tentarem agarrar o paradoxo das crises económicas e da imobilidade social.

Vários assaltos explicativos estão a pairar através dos media e da Internet. Alguns escritores recorrem a explicações psicológicas para a passividade social destacando o "medo" generalizado da retaliação patronal, da repressão do estado ou uma sensação de "futilidade" e de indiferença e hostilidade a partidos políticos. Os argumentos psicológicos têm algum mérito pois apontam para algumas das causas imediatas do não envolvimento mas falham em explicar o que provoca o "medo" e a sensação de futilidade.

Em resposta, muitos críticos progressistas citam a ausência ou fraqueza de organizações sociais e apontam em particular para o declínio de organizações sindicais, que deixam 93 por cento do sector privado não organizado e os trabalhadores sindicalizados do sector público com poderes limitados de negociação. Se bem que estes críticos estejam certos ao enfatizar a relutância de dirigentes sindicais milionários em romperem novo terreno político e iniciarem novos esforços organizativos, é preciso explicar porque as não organizadas classe média e trabalhadora não lançou por si própria quaisquer novas iniciativas. Dirigentes sindicais têm um longo historial de "retornos" que remontam a pelo menos duas décadas e ainda assim aqueles que são afectados directamente e de modo adverso e aqueles que perderam seus empregos não organizaram uma rede alternativa de solidariedade.

Analistas políticos enfatizam a natureza oligárquica e restritiva do sistema eleitoral que esvazia previamente a emergência de novas iniciativas políticas. O custo de muitos milhões de dólares de concorrer a eleições, a dominância quase monopolista dos mass media pela elite dos dois partidos e o obstáculo legal de assegurar um lugar na votação desencorajam eleitores desencantados a apoiar novas iniciativas políticas. Mas a questão mais profunda é porque movimentos de massa, fora da estrutura dos partidos eleitorais, não emergiram de modo a poder finalmente desafiar a oligarquia política, o monopólio corporativo dos media e mudar os constrangimentos legais quanto à entrada efectiva na arena eleitoral. Por que em outros países ainda mais repressivos emergem movimentos de massa, enfrentando constrangimentos semelhantes quanto a acesso legal e confrontando oligarquias estabelecidas?

Se "constrangimentos externos" semelhantes àqueles encontrados nos EUA levam a respostas comportamentais divergentes, isto levanta a questão de se as diferenças dentro da classe média e da trabalhadora podem ser a fonte da passividade e da imobilidade.

Alguns poucos escritores, principalmente na esquerda, mencionam o divórcio entre intelectuais/académicos e a mobilidade declinante da classe média e trabalhadora. Nos Estados Unidos há poucos intelectuais politicamente empenhados e conferencistas políticos.

O que se passa quanto às classes educadas é que são profissionais académicos em tempo integral que pouco diferem na sua vida social e diária, pouco importando as suas filosofias ideológicas declaradas. A vasta maioria dos académicos de esquerda concebe o seu "activismo" como leitura de documentos uns para os outros em "fóruns sociais" de "esquerda", os quais pouco diferem em formato e consequências das reuniões dos profissionais da corrente dominante.

Mesmo aqueles académicos que tomam um papel político, é principalmente em relação aos multimilionários altos dirigentes sindicais e seu leal aparelho. Em consequência, os académicos progressistas acabaram com pouca penetração junto à vasta maioria de trabalhadores que estão fora dos sindicatos e cujas facções sindicais dissidentes desafiam o nexo corporativo sindicato – Partido Democrata.

Uma explicação alternativa para o "paradoxo"

Um dos problemas chave que inibe um entendimento do paradoxo é o tratamento do conceito chave – "crises". Muitos autores concebem as "crises" de um modo "holístico", presumindo que é "geral" ou "sistémica" e tem um efeito homogéneo sobre a classe média e a trabalhadora. De facto a vasta maioria, digamos três quartos, não sofreu um impacto sério com as "crises". Assumindo que os desempregados e o subempregados compreendam cerca de vinte por cento e acrescentando aqueles que sofreram grave mobilidade para baixo, ainda temos pelo menos 70 por cento cuja preocupação principal é manter sua posição "privilegiada" e desconectar-se daqueles que caíram para fora da órbita da sua classe social. Nos EUA, mais do que em qualquer outro país, as agudas diferenças internas entre empregados sub/desempregdos levaram à "competição" não à solidariedade. Na maior parte dos países do mundo, trabalhadores "desempregados" e "subempregados" podem esperar apoio, suporte activo dos trabalhadores sindicalizados; nos EUA uma vez que empregados da classe média e trabalhadores perdem o seu emprego e não podem pagar dívidas eles são abandonados. Mesmo em termos de vida social, familiar e de vizinhança, são vistos como um "custo", uma drenagem potencial dos recursos daqueles que estão empregados. O empregado vê o desempregado e mal pago como um custo para a previdência, portanto um fardo tributário acrescido ao invés de um aliado na luta para fazer com que a elite corporativa pague impostos mais altos e reduza despesas de guerra. Impostos mais altos entre trabalhadores empregados significa fuga de capital; menores despesas militares significa poucos empregos na indústria de guerra.

A segmentação dentro da classe média e trabalhadora opera a muitos níveis. O mais gritante é entre a escala de pagamento de dirigentes sindicais de topo que ganham mais de US$ 300 mil mais benefícios e os desempregados/subempregados que vivem com menos de US$ 30 mil. Estas diferenças económicas são exibidas política e socialmente. O aparelho sindical compra "segurança de emprego" ao contribuir com dezenas de milhões principalmente para os democratas, para assegurar que os sindicatos mantêm a sua legalidade formal e direitos de negociação colectiva. Por outras palavras, os sindicatos dos "organizados", 12% da força de trabalho, são "prisioneiros forçados" do estado "infestado de crises", as quais excluem quaisquer novas iniciativas sócio-políticas que reflectiriam as exigências e os interesses dos sub/desempregados e trabalhadores não sindicalizados com baixa remuneração.

A classe média e a trabalhadora sofrem o impacto das crises de modo diferente: aqueles com empregos e ligações ao Partido Democrata colocam as suas lealdades partidárias acima de qualquer noção de solidariedade de classe. Os que têm emprego não apoiam os desempregados – vêem-nos como competidores numa fatia de rendimento que se contrai.

Se examinarmos estes dois grupos em pormenores descobriremos que os mal pagos e ou sub/desempregados tendem a ser jovens com menos de 30 anos, negros, hispânicos e pais/mães solteiros; os empregados mais bem pagos da classe média e da trabalhadora tendem a ser mais velhos, brancos educados e de procedência anglófona ou judaica. As divisões geracionais, raciais, étnicas desempenham um papel muito maior nos EUA do que em qualquer outra parte, devido ao apagamento da identidade de classe e de perspectivas, as quais diluíram qualquer noção de solidariedade de classe.

A segmentação da classe média e trabalhadora é aprofundada nos EUA pelo facto de que aqueles com emprego estável em muitos casos beneficiam das consequências adversas que afectam a mobilidade descendente (desemprego) dos empregados e trabalhadores.

Os arrestos hipotecários afectam mais de 10 milhões de famílias americanas incapazes de cumprirem seus pagamentos. Bancos ansiosos por recuperar alguma parte dos seus empréstimos, põem à venda casas a preços drasticamente reduzidos. Empregados da classe média e trabalhadora ficam exultantes em comprar casas, mesmo quando membros da sua classe são expulsos para a rua ou para reboques de campismo. Não há movimento para impedir ou protestar contra os despejos por parte de vizinhos, colegas de trabalho e/ou parentes; ao invés disso são feitas investigações discretas acerca da data do leilão.

Trabalhadores mais bem pagos procuram obter bens de consumo mais baratos em super-lojas que empregam trabalhadores de salário mínimo. Os "interesses" dos trabalhadores são definidos pelos interesses imediatos do consumidor individual e não em termos da melhoria de interesses estratégicos resultando do poder social e político potencial de uma classe organizada.

Proprietários de casa da classe média e trabalhadora vêem-se como "contribuintes" aliados a magnatas corporativos e imobiliários no combate pela redução de impostos através de cortes na previdência e serviços sociais para a classe trabalhadora de baixa remuneração e os desempregados. O crescimento da revolta da classe superior e médica contra o estado previdência é com efeito uma guerra de um segmento da classe contra outro. Claramente um segmento combate para apanhar as migalhas da boca do outro segmento.

Mesmo entre a classe trabalhadora organizada há segmentação. Bolsões de trabalhadores sindicalizados do sector público mais bem pagos asseguram aumentos de pagamentos, pensões e planos de saúde através de luta colectiva, ignorando os interesses, pedidos e necessidades do mar de trabalhadores não sindicalizados, os quais estão em processo de mobilidade descendente ao pagarem impostos mais altos. Portanto as suas diferenças sócio-económicas foram politizadas pela direita – e os sectores público-privado da classe média e da trabalhadora competem pelas migalhas de um orçamento em contracção.

Quando instalações públicas de saúde e educação declinam, a classe média e a trabalhadora dividiu-se entre aqueles que se voltaram para clínicas e escolas privadas e aqueles que permanecem dependentes de instalações públicas, baseadas em gastos estatais. Os segmentos ligados ao "privado" rejeitam impostos para financiar o "público", minando qualquer solidariedade de classe para melhorar o financiamento e a qualidade da saúde e educação públicas.

Conclusão

É claro que a crise do capitalismo provocou respostas contraditórias entre diferentes segmentos da classe média e da trabalhadora com base no seu impacto diferencial. Identidades de não classe anteriores, divisão económica interna entre líderes e seguidores, divisões geracionais e lealdades partidárias minaram a solidariedade de classe e levaram a queixas inconsequentes e hostilidade difusa.

Competição – não solidariedade – dentro e entre a classe média e a trabalhadora é razão da profunda imobilidade dos americanos face a uma crise económica prolongada e em aprofundamento.

Isso é assim agora e foi no passado. Haverá quaisquer perspectivas de um futuro diferente? Haverá qualquer possibilidade de unir segmentos da classe média e trabalhadora em alguma luta prolongada? Haverá caminhos alternativos para a solidariedade de classe mobilizações populares?

O rumo mais promissor é começar ao nível local e regional e envolver organizações da comunidade local, dissidentes da base sindical e profissionais progressistas (advogados, médicos, etc) em lutas, os quais entram em sintonia com os grupos mais gravemente afectados que enfrentam desemprego, arrestos, sem planos de saúde, etc. Todos os inquéritos mostram uma profunda divergência entre a vasta maioria dos americanos e a elite política de ambos os partidos sobre questões de salvamentos bancários, isenções fiscais para os ricos, "reformas" (privatizações e reduções), Medicare, Medicaid e Segurança Social. Existem divergências sobre as perdas de vidas e as despesas das múltiplas e prolongadas guerras da América (Afeganistão). Referendos propondo (1) acabar com o tecto nas contribuições de segurança social para os ricos finalizariam a chamada "crise da segurança social". (2) Um imposto de vendas sobre transacções financeiras financiaria o défice do Medicare. Investimentos públicos na nossa infraestrutura em deterioração com base na transferência de fundos de guerra (US$790 mil milhões) criaria empregos, aumentaria a procura na economia interna e aumentaria a produtividade e competitividade da economia dos EUA. O apoio à saúde pública é uma questão que une a maior parte dos segmentos da classe média e trabalhadora, trabalhadores sindicalizados da saúde e organizações da comunidade numa confrontação potencial com a grande indústria farmacêutica e as corporações privadas das indústrias da saúde.

Um salário mínimo mais alto – arrancando nos US$12 por hora – podia mobilizar a maior parte dos segmentos da classe media e trabalhadora; iniciativas ao nível local podiam atrair trabalhadores imigrantes e nacionais com baixa remuneração.

Dados de entrevistas demonstram que a maior parte dos americanos têm atitudes aparentemente "contraditórias": apoiam políticas progressistas e regressivas. Exemplo: muitos apoiam o Medicare e "pouco governo", criação de emprego federal e redução do défice; tarifas de importação e importações de bens de consumo baratos. Um programa de educação política abrangente para activistas, que demonstrassem serem factíveis e financiáveis reformas sociais progressistas, pode ser convertido em organização e acção directa. Começamos com uma realidade objectiva, demonstrando que a crise contínua do capitalismo não atende e não pode atender as exigências mais elementares: empregos, habitação, segurança, paz e crescimento. Isso constitui uma grande vantagem sobre os advogados do sistema os quais argumentam em favor de medidas regressivas prolongadas e mais profundas no futuro previsível.

Em segundo lugar, começamos com a vantagem de saber que o país tem a riqueza, qualificação e recursos potenciais para ultrapassar as crises. Em terceiro, podemos argumentar a partir de programas populares relativamente bem sucedidos os quais têm um apoio amplo – segurança social, Medicare, Medicaid – como "exemplos" a estender a aprofundar na cobertura social.

Para a maior parte dos americanos, o combate de hoje, para manter o que existe, é defensivo – esforços para preservar os últimos vestígios de organização independente, defender a segurança social, programas de saúde, educação pública razoável, pensões. A ofensiva corporativa está a "homogeneizar" cada vez mais a classe média e trabalhadora com os segmentos não organizados de baixa remuneração. Há cada vez menos "trabalhadores privilegiados" mesmo que eles ainda não o reconheçam.

A próxima extinção do sindicalismo do sector privado e da sua moribunda liderança milionária proporciona uma oportunidade para começar de novo com uma liderança horizontal, responsável para com os seus membros e integrada com organizações da comunidade de cooperativas, ecologistas, imigrantes e de consumidores. O que é absolutamente claro é que as "crises" sozinhas não resultarão em qualquer levantamento em massa; nem tão pouco "iluminados" académicos progressistas aninhados no seu micro-mundo oferecem qualquer liderança.

A estrada em frente começa com líderes locais a emergirem de coligações locais, a construírem organizações na base de iniciativas políticas e sociais independentes em sintonia com seus vizinhos, trabalhadores amigos e os americanos em mobilidade declinante, organizados e não organizados. Não vejo soluções fáceis ou rápidas para o "paradoxo" mas vejo condições objectivas para construir um movimento. Ouço uma multidão de vozes iradas e dissonantes. Acima de tudo, espero que os oprimidos cessem "arrancar as migalhas uns dos outros".
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Postado em 28/06/2011 ás 22:37
Líbia, Obama e a defesa da 'rebelião'
As dificuldades das forças "rebeldes" na Líbia apoiadas pelos imperialistas, apesar da sua enorme vantagem técnico-militar, deve-se a uma liderança traidora, ao seu papel de 'colonialistas internos' que invadem as comunidades locais e, acima de tudo, à destruição insensata de um sistema de bem-estar social que tem beneficiado milhões de líbios vulgares desde há duas gerações.

Por James Petras, no Global Research
A incapacidade de os "rebeldes" avançarem, apesar do apoio maciço do poder imperialista aéreo e marítimo, significa que a 'coligação' EUA-França-Reino Unido terá que reforçar a sua intervenção, para além de enviar forças especiais, conselheiros e equipes assassinas da CIA.

Nas últimas duas semanas a Líbia sofreu o mais brutal ataque imperialista, por ar, por mar e por terra, da sua história moderna. Milhares de bombas e de mísseis, lançados de submarinos, vasos de guerra e aviões de guerra, americanos e europeus, estão a destruir as bases militares líbias, os seus aeroportos, estradas, portos, depósitos petrolíferos, posições de artilharia, tanques, porta-aviões blindados, aviões e concentrações de tropas.

Dezenas de forças especiais da CIA e do SAS têm andado a treinar, a aconselhar e a apontar alvos para os chamados 'rebeldes' líbios empenhados numa guerra civil contra o governo de Muamar Kadafi, as suas forças armadas, as milícias populares e os apoiantes civis ( NY Times 30/03/11).

Apesar deste enorme apoio militar e do total controle dos céus e da linha costeira da Líbia pelos seus 'aliados' imperialistas, os 'rebeldes' ainda não foram capazes de mobilizar o apoio de aldeias e cidades e encontram-se em retirada depois de enfrentarem as tropas governamentais da Líbia e as milícias urbanas, fortemente motivadas ( al-Jazira 30/03/11).

Uma das desculpas mais idiotas para esta inglória retirada dos rebeldes, apresentada pela 'coligação' Cameron-Obama-Sarkozy, e repetida pelos meios de comunicação, é que os seus 'clientes' líbios estão 'pior armados' (Financial Times, 29/3/11). Obviamente, Obama e companhia não contabilizam o grande número de jatos, as dezenas de vasos de guerra e de submarinos, as centenas de ataques diários e os milhares de bombas lançadas sobre o governo líbio desde o início da intervenção imperialista ocidental. A intervenção militar direta de 20 potências militares estrangeiras, grandes e pequenas, flagelando o estado soberano da Líbia, assim como o grande número de cúmplices nas Nações Unidas não contribui com nenhuma vantagem militar para os clientes imperialistas – segundo a propaganda diária a favor dos rebeldes.

Mas o Los Angeles Times (31/Março/2011) descreveu como "… muitos rebeldes em caminhões com metralhadoras deram meia-volta e fugiram… apesar de as suas metralhadoras pesadas e espingardas antiaéreas serem parecidas com qualquer veículo governamental semelhante". De fato, nenhuma força 'rebelde' na história moderna recebeu um apoio militar tão forte de tantas potências imperialistas na sua confrontação com um regime instituído.

Apesar disso, as forças 'rebeldes' nas linhas da frente estão em plena retirada, fugindo desordenadamente e profundamente descontentes com os seus generais e ministros 'rebeldes' lá atrás em Bengazi. Entretanto, os líderes 'rebeldes', de ternos elegantes e de uniformes feitos por medida, respondem à 'chamada para a batalha' assistindo a 'cúpulas' em Londres onde a 'estratégia de libertação' consiste no apelo, perante os meios de comunicação, de tropas terrestres imperialistas (The Independent, Londres) (31/03/11).

É baixa a moral dos 'rebeldes' na linha da frente: Segundo relatos críveis da frente da batalha em Ajdabiya, “Os rebeldes… queixaram-se de que os seus comandantes iniciais desapareceram. Acusam camaradas de fugirem para a relativa segurança de Bengazi… (queixam-se de que) as forças em Bengazi monopolizaram 400 rádios de campo oferecidos e mais 400… celulares destinados ao campo de batalha… (sobretudo) os rebeldes dizem que os comandantes raramente visitam o campo de batalha e exercem pouca autoridade porque muitos combatentes não confiam neles" (Los Angeles Times , 31/03/2011). Segundo parece, os 'twitters' não funcionam no campo de batalha.

As questões decisivas numa guerra civil não são as armas, o treino ou a chefia, embora evidentemente esses fatores sejam importantes: A principal diferença entre a capacidade militar das forças líbias pró-governo e os 'rebeldes' líbios apoiados por imperialistas ocidentais e por 'progressistas', reside na sua motivação, nos seus valores e nas suas compensações materiais. A intervenção imperialista ocidental exaltou a consciência nacional do povo líbio, que encara agora a sua confrontação com os 'rebeldes' anti-Kadafi como uma luta para defender a sua pátria do poderio estrangeiro aéreo e marítimo e das tropas terrestres fantoches – um poderoso incentivo para qualquer povo ou exército.

O oposto também é verdadeiro para os 'rebeldes', cujos líderes abdicaram da sua identidade nacional e dependem inteiramente da intervenção militar imperialista para os levar ao poder. Que soldados rasos 'rebeldes' vão arriscar a vida, a lutar contra os seus compatriotas, só para colocar o seu país sob o domínio imperialista ou neo-colonialista?

Finalmente, as notícias dos jornalistas ocidentais começam a falar das milícias pro-governo das aldeias e cidades que repelem esses 'rebeldes' e até relatam como “um ônibus cheio de mulheres (líbias) surgiu repentinamente (de uma aldeia) … e elas começaram a fingir que aplaudiam e apoiavam os rebeldes…" atraindo os rebeldes apoiados pelo ocidente para uma emboscada mortal montada pelos seus maridos e vizinhos pró-governo (Globe and Mail, 28/03/11 e McClatchy News Service, 29/03/11).

Os 'rebeldes', que entram nas aldeias, são considerados invasores, que arrombam portas, fazem explodir casas e prendem e acusam os líderes locais de serem 'comunistas da quinta coluna' a favor de Kadafi.

A ameaça da ocupação militar 'rebelde', a detenção e a violência sobre as autoridades locais e a destruição das relações de família, de clã e da comunidade local, profundamente valorizadas, levaram as milícias líbias e os combatentes locais a atacar os 'rebeldes' apoiados pelo ocidente.

Os 'rebeldes' são considerados 'estranhos' em termos de integração regional e de clã; menosprezando os costumes locais, os 'rebeldes' encontram-se pois em território 'hostil'. Que combatente 'rebelde' estará disposto a morrer em defesa de um território hostil? Esses 'rebeldes' só podem pedir à força aérea estrangeira que lhes 'liberte' a aldeia pró-governo.

Os meios de comunicação ocidentais, incapazes de entender essas compensações materiais por parte das forças pró-governo, atribuem o apoio popular a Kadafi à 'coerção' ou 'cooptação', agarrando-se à afirmação dos 'rebeldes' que 'toda a gente se opõe secretamente ao regime'.

Há uma outra realidade material, que muito convenientemente é ignorada: A verdade é que o regime de Kadafi tem utilizado a riqueza petrolífera do país para construir uma ampla rede de escolas, hospitais e clínicas públicas . Os líbios têm o rendimento per capita mais alto de África com US$ 14,9 mil por ano (Financial Times, 02/04/11).

Dezenas de milhares de estudantes líbios de baixo rendimento receberam bolsas para estudar no seu país e no estrangeiro. As infra-estruturas urbanas foram modernizadas, a agricultura é subsidiada e os pequenos produtores e fabricantes recebem crédito do governo.

Kadafi promoveu esses programas eficazes, para além de enriquecer a sua própria família/clã. Por outro lado, os rebeldes líbios e os seus mentores imperialistas prejudicaram toda a economia civil, bombardearam cidades líbias, destruíram redes comerciais, bloquearam a entrega de alimentos subsidiados e assistência aos pobres, provocaram o fechamento das escolas e forçaram centenas de milhares de profissionais, professores, médicos e trabalhadores especializados estrangeiros a fugir.

Os líbios, mesmo que não gostem da prolongada estadia autocrática de Kadafi no cargo, encontram-se agora perante a escolha entre apoiar um estado de bem-estar, evoluído e que funciona ou uma conquista militar manobrada por estrangeiros. Muito compreensivelmente, muitos deles escolheram ficar do lado do regime.

O fracasso das forças 'rebeldes' apoiadas pelos imperialistas, apesar da sua enorme vantagem técnico-militar, deve-se a uma liderança traidora, ao seu papel de 'colonialistas internos' que invadem as comunidades locais e, acima de tudo, à destruição insensata de um sistema de bem-estar social que tem beneficiado milhões de líbios vulgares desde há duas gerações.

A incapacidade de os 'rebeldes' avançarem, apesar do apoio maciço do poder imperialista aéreo e marítimo, significa que a 'coligação' EUA-França-Reino Unido terá que reforçar a sua intervenção, para além de enviar forças especiais, conselheiros e equipes assassinas da CIA.

Perante o objetivo declarado de Obama-Hillary quanto à 'mudança de regime', não haverá outra hipótese senão introduzir tropas imperialistas, enviar carregamentos em grande escala de camiões e tanques blindados e aumentar a utilização de munições de urânio empobrecido, profundamente destrutivas.

Sem dúvida que Obama, o rosto mais visível da 'intervenção armada humanitária' em África, vai recitar mentiras cada vez maiores e mais grotescas, enquanto os aldeões e os cidadãos líbios caem vítimas da sua força destruidora imperialista.

O 'primeiro presidente negro' de Washington ganhará a infâmia da história como o presidente americano responsável pelo massacre de centenas de líbios negros e da expulsão em massa de milhões de trabalhadores africanos subsaarianos que trabalham para o atual regime (Globe and Mail, 28/03/11).

Sem dúvida, os progressistas e esquerdistas anglo-americanos vão continuar a discutir (em tom 'civilizado') os prós e os contras desta 'intervenção', seguindo as pisadas dos seus antecessores, os socialistas franceses e os 'new dealers' americanos dos anos 30, que debateram nessa época os prós e os contras do apoio à Espanha republicana… Enquanto Hitler e Mussolini bombardeavam a república por conta das forças fascistas 'rebeldes' do general Franco que empunhava o estandarte falangista da 'Família, Igreja e Civilização' – um protótipo para a 'intervenção humanitária' de Obama por conta dos seus 'rebeldes'.

James Petras é Professor Emérito de Sociologia na Universidade de Binghamton, Nova York. É autor de 64 livros publicados em 29 línguas, e mais de 560 artigos em jornais da especialidade, incluindo o American Sociological Review, British Journal of Sociology, Social Research, Journal of Contemporary Asia, e o Journal of Peasant Studies. Já publicou mais de 2000 artigos. O seu último livro é War Crimes in Gaza and the Zionist Fifth Column in America.

Fonte: ODiario.Info
Postado em 30/04/2011 ás 19:18
Líbia: Obama e a defesa da 'rebelião'
James Petras [*]

Nas últimas duas semanas a Líbia sofreu o mais brutal ataque imperialista, por ar, por mar e por terra, da sua história moderna. Milhares de bombas e de mísseis, lançados de submarinos, vasos de guerra e aviões de guerra, americanos e europeus, estão a destruir as bases militares líbias, os seus aeroportos, estradas, portos, depósitos petrolíferos, posições de artilharia, tanques, porta-aviões blindados, aviões e concentrações de tropas. Dezenas de forças especiais da CIA e do SAS têm andado a treinar, a aconselhar e a apontar alvos para os chamados 'rebeldes' líbios empenhados numa guerra civil contra o governo de Kadafi, as suas forças armadas, as milícias populares e os apoiantes civis ( NY Times 30/03/11).

Apesar deste enorme apoio militar e do total controlo dos céus e da linha costeira da Líbia pelos seus 'aliados' imperialistas, os 'rebeldes' ainda não foram capazes de mobilizar o apoio de aldeias e cidades e encontram-se em retirada depois de enfrentarem as tropas governamentais da Líbia e as milícias urbanas, fortemente motivadas ( Al Jazeera 30/03/11).

Uma das desculpas mais idiotas para esta inglória retirada dos rebeldes, apresentada pela 'coligação' Cameron-Obama-Sarkozy, e repetida pelos meios de comunicação, é que os seus 'clientes' líbios estão 'menos bem armados' ( Financial Times, 29/3/11). Obviamente, Obama e companhia não contabilizam o grande número de jactos, as dezenas de vasos de guerra e de submarinos, as centenas de ataques diários e os milhares de bombas lançadas sobre o governo líbio desde o início da intervenção imperialista ocidental. A intervenção militar direta de 20 potências militares estrangeiras, grandes e pequenas, flagelando o estado soberano da Líbia, assim como o grande número de cúmplices nas Nações Unidas não contribui com nenhuma vantagem militar para os clientes imperialistas – segundo a propaganda diária a favor dos rebeldes.

Mas o Los Angeles Times (31/Março/2011) descreveu como “… muitos rebeldes em caminhões com metralhadoras deram meia-volta e fugiram… apesar de as suas metralhadoras pesadas e espingardas antiaéreas serem parecidas com qualquer veículo governamental semelhante”. De facto, nenhuma força 'rebelde' na história moderna recebeu um apoio militar tão forte de tantas potências imperialistas na sua confrontação com um regime instituído. Apesar disso, as forças 'rebeldes' nas linhas da frente estão em plena retirada, fugindo desordenadamente e profundamente descontentes com os seus generais e ministros 'rebeldes' lá atrás em Bengazi. Entretanto, os líderes 'rebeldes', de fatos elegantes e de uniformes feitos por medida, respondem à 'chamada para a batalha' assistindo a 'cimeiras' em Londres onde a 'estratégia de libertação' consiste no apelo, perante os meios de comunicação, de tropas terrestres imperialistas ( The Independent, Londres) (31/03/11).

É baixa a moral dos 'rebeldes' na linha da frente: Segundo relatos críveis da frente da batalha em Ajdabiya, “Os rebeldes… queixaram-se de que os seus comandantes iniciais desapareceram. Acusam camaradas de fugirem para a relativa segurança de Bengazi… (queixam-se de que) as forças em Bengazi monopolizaram 400 rádios de campo oferecidos e mais 400… telemóveis destinados ao campo de batalha… (sobretudo) os rebeldes dizem que os comandantes raramente visitam o campo de batalha e exercem pouca autoridade porque muitos combatentes não confiam neles” ( Los Angeles Times , 31/03/2011). Segundo parece, os 'twitters' não funcionam no campo de batalha.

As questões decisivas numa guerra civil não são as armas, o treino ou a chefia, embora evidentemente esses fatores sejam importantes: A principal diferença entre a capacidade militar das forças líbias pró-governo e os 'rebeldes' líbios apoiados por imperialistas ocidentais e por 'progressistas', reside na sua motivação, nos seus valores e nas suas compensações materiais. A intervenção imperialista ocidental exaltou a consciência nacional do povo líbio, que encara agora a sua confrontação com os 'rebeldes' anti-Kadafi como uma luta para defender a sua pátria do poderio estrangeiro aéreo e marítimo e das tropas terrestres fantoches – um poderoso incentivo para qualquer povo ou exército. O oposto também é verdadeiro para os 'rebeldes', cujos líderes abdicaram da sua identidade nacional e dependem inteiramente da intervenção militar imperialista para os levar ao poder. Que soldados rasos 'rebeldes' vão arriscar a vida, a lutar contra os seus compatriotas, só para colocar o seu país sob o domínio imperialista ou neo-colonialista?

Finalmente, as notícias dos jornalistas ocidentais começam a falar das milícias pro-governo das aldeias e cidades que repelem esses 'rebeldes' e até relatam como “um autocarro cheio de mulheres (líbias) surgiu repentinamente (de uma aldeia) … e elas começaram a fingir que aplaudiam e apoiavam os rebeldes…” atraindo os rebeldes apoiados pelo ocidente para uma emboscada mortal montada pelos seus maridos e vizinhos pró-governo ( Globe and Mail, 28/03/11 e McClatchy News Service, 29/03/11).

Os 'rebeldes', que entram nas aldeias, são considerados invasores, que arrombam portas, fazem explodir casas e prendem e acusam os líderes locais de serem 'comunistas da quinta coluna' a favor de Kadafi. A ameaça da ocupação militar 'rebelde', a detenção e a violência sobre as autoridades locais e a destruição das relações de família, de clã e da comunidade local, profundamente valorizadas, levaram as milícias líbias e os combatentes locais a atacar os 'rebeldes' apoiados pelo ocidente. Os 'rebeldes' são considerados 'estranhos' em termos de integração regional e de clã; menosprezando os costumes locais, os 'rebeldes' encontram-se pois em território 'hostil'. Que combatente 'rebelde' estará disposto a morrer em defesa de um território hostil? Esses 'rebeldes' só podem pedir à força aérea estrangeira que lhes 'liberte' a aldeia pró-governo.

Os meios de comunicação ocidentais, incapazes de entender essas compensações materiais por parte das forças pró-governo, atribuem o apoio popular a Kadafi à 'coerção' ou 'cooptação', agarrando-se à afirmação dos 'rebeldes' que 'toda a gente se opõe secretamente ao regime'. Há uma outra realidade material, que muito convenientemente é ignorada: A verdade é que o regime de Kadafi tem utilizado a riqueza petrolífera do país para construir uma ampla rede de escolas, hospitais e clínicas públicas . Os líbios têm o rendimento per capita mais alto de África com 14 900 dólares por ano ( Financial Times, 02/04/11).

Dezenas de milhares de estudantes líbios de baixos rendimentos receberam bolsas para estudar no seu país e no estrangeiro. As infra-estruturas urbanas foram modernizadas, a agricultura é subsidiada e os pequenos produtores e fabricantes recebem crédito do governo. Kadafi promoveu esses programas eficazes, para além de enriquecer a sua própria família/clã. Por outro lado, os rebeldes líbios e os seus mentores imperialistas prejudicaram toda a economia civil, bombardearam cidades líbias, destruíram redes comerciais, bloquearam a entrega de alimentos subsidiados e assistência aos pobres, provocaram o encerramento das escolas e forçaram centenas de milhares de profissionais, professores, médicos e trabalhadores especializados estrangeiros a fugir.

Os líbios, mesmo que não gostem da prolongada estadia autocrática de Kadafi no cargo, encontram-se agora perante a escolha entre apoiar um estado de bem-estar, evoluído e que funciona ou uma conquista militar manobrada por estrangeiros. Muito compreensivelmente, muitos deles escolheram ficar do lado do regime.

O fracasso das forças 'rebeldes' apoiadas pelos imperialistas, apesar da sua enorme vantagem técnico-militar, deve-se a uma liderança traidora, ao seu papel de 'colonialistas internos' que invadem as comunidades locais e, acima de tudo, à destruição insensata de um sistema de bem-estar social que tem beneficiado milhões de líbios vulgares desde há duas gerações. A incapacidade de os 'rebeldes' avançarem, apesar do apoio maciço do poder imperialista aéreo e marítimo, significa que a 'coligação' EUA-França-Inglaterra terá que reforçar a sua intervenção, para além de enviar forças especiais, conselheiros e equipas assassinas da CIA. Perante o objectivo declarado de Obama-Clinton quanto à 'mudança de regime', não haverá outra hipótese senão introduzir tropas imperialistas, enviar carregamentos em grande escala de caminhões e tanques blindados e aumentar a utilização de munições de urânio empobrecido, profundamente destrutivas.

Sem dúvida que Obama, o rosto mais visível da 'intervenção armada humanitária' em África, vai recitar mentiras cada vez maiores e mais grotescas, enquanto os aldeões e os citadinos líbios caem vítimas da sua força destruidora imperialista. O 'primeiro presidente negro' de Washington ganhará a infâmia da história como o presidente americano responsável pelo massacre de centenas de líbios negros e da expulsão em massa de milhões de trabalhadores africanos subsaarianos que trabalham para o atual regime ( Globe and Mail, 28/03/11).

Sem dúvida, os progressistas e esquerdistas anglo-americanos vão continuar a discutir (em tom 'civilizado') os prós e os contras desta 'intervenção', seguindo as pisadas dos seus antecessores, os socialistas franceses e os 'new dealers' americanos dos anos 30, que debateram nessa época os prós e os contras do apoio à Espanha republicana… Enquanto Hitler e Mussolini bombardeavam a república por conta das forças fascistas 'rebeldes' do general Franco que empunhava o estandarte falangista da 'Família, Igreja e Civilização' – um protótipo para a 'intervenção humanitária' de Obama por conta dos seus 'rebeldes'.
04/Abril/2011
[*] Professor Emérito de Sociologia na Universidade de Binghamton, Nova Iorque. É autor de 64 livros publicados em 29 línguas, e mais de 560 artigos em jornais da especialidade, incluindo o American Sociological Review, British Journal of Sociology, Social Research, Journal of Contemporary Asia, e o Journal of Peasant Studies. Já publicou mais de 2000 artigos. O seu último livro é War Crimes in Gaza and the Zionist Fifth Column in America.

O original encontra-se em
http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=24142 .
Tradução de Margarida Ferreira.

Este artigo encontra-se em http://resistir.info
Postado em 10/04/2011 ás 07:51
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Pilhagem de James Petras. Patria Latina.



Brasília - Sábado , 20 de Agosto de 2011 Página Inicial | Indique aos amigos

Coluna de James Petras
Pilhagem, esperança e paz
Por James Petras, no sítio português Resistir:

Vivemos tempos de grande destruição e de grandes oportunidades económicas. A América Latina não é excepção. No contexto global, o Império estado-unidense está empenhado em guerras destrutivas (Afeganistão, Iraque, Paquistão, Líbia, Iémen, Somália e Haiti). Em contraste, a China, Índia, Brasil, Argentina e outras "economias emergentes" estão a expandir comércio, investimentos e reduzir pobreza. A União Europeia (UE) e os Estados Unidos (EUA) estão em crises económicas profundas. A periferia da UE (Grécia, Irlanda, Portugal, Espanha) está totalmente em bancarrota. As "dependências" dos EUA na América do Norte (México), América Central e Caribe são narco-estados virtuais praguejados pela pobreza em massa, taxa de crime astronómicas e estagnação económica. As dependências dos EUA são pilhadas por multinacionais, oligarcas locais e políticos corruptos.

A Colômbia posiciona-se em encruzilhadas: ela pode seguir as pegadas do seu antecessor, o narco-presidente Álvaro Uribe, e permanecer uma dependência militar, um solitário posto avançado do Império estado-unidense na América do Sul. A Colômbia pode permanecer à margem da maior parte dos mercados mundiais dinâmicos e em guerra com o seu povo ou, através de uma nova liderança sócio-política, pode efectuar uma reorientação profunda de política e consumar uma transição rumo a maior integração com os mercados dinâmicos do mundo.

A Colômbia tem todos os ingredientes objectivos (recursos materiais e humanos) para ser parte da nova ordem dinâmica. Mas primeiro e acima de tudo ela deve abandonar seu papel como vassalo militarizados dos Estados Unidos e objecto de exploração de uma oligarquia rentista. A Colômbia deve deixar de apoiar golpes dos EUA (Honduras, Venezuela) e de ameaçar seus vizinhos (Equador).

A Colômbia não pode desenvolver suas forças produtivas e financiar a modernização da educação superior e melhoria de treino técnico e [ao mesmo tempo] gastar milhares de milhões com as centenas de milhares de militares, paramilitares, polícias e operativos de inteligência. O aparelho repressivo militar está orientado para a repressão dos sectores da força de trabalho mais produtivos, criativos e motivados. A prosperidade depende da paz civil a qual depende da profunda desmilitarização do estado colombiano. A conexão entre a economia e o pode militar é clara. A China gasta um décimo do orçamento militar dos EUA mas cresce cinco vezes mais rápido. A política externa independente do Brasil e o realinhamento com o mercado asiático levou a um alto crescimento, ao passo que o México, como um satélite do North American Free Trade Treaty, é um estado estagnado e fracassado.

Desmilitarização: As especificidades da Colômbia

A Colômbia é a sociedade mais militarizada da América Latina, com o mais elevado número de vítimas na sociedade civil. O "militarismo" na Colômbia inclui a maior força militar activa operacional dentro das fronteiras do estado e ser o maior recipiente de financiamento militar da maior potência militarista do mundo. Como cliente subordinado do Império estado-unidense, a Colômbia tem o pior registo de direitos humanos, no que se refere a mortes de jornalistas, sindicalistas, activistas camponeses e advogados de direitos humanos.

Contudo, a violência estatal e para-estatal não é aleatória. Mais de 4 milhões de agricultores, camponeses e intermediários rurais foram expulsos à força e a suas terras foram tomadas por grandes latifundiários, narco-traficantes, generais e homens de negócio aliados ao governo. Por outras palavras, o Estado terrorista e a expulsão em massa é um método peculiarmente colombiano de "acumulação de capital". A violência do Estado é o método para assegurar os meios de produção para aumentar agro-exportações a expensas de famílias de agricultores.

Na Colômbia, o extermínio estatal e para-estatal substitui o mercado e "relações contratuais" no cumprimento de transacções económicas. As relações desiguais entre um estado militarista e movimentos populares da sociedade civil têm sido o principal obstáculo a uma transição de um regime político oligárquico para um sistema eleitoral democrático e pluralisticamente representativo.

A Colômbia combina formas de representação da elite do século XIX com meios de repressão militar altamente desenvolvidos do século XXI: um caso de desenvolvimento desigual e combinado. Em consequência deparamo-nos com "crescimento desequilibrado", um aparelho militar, policial e paramilitar super-desenvolvido e subdesenvolvidas instituições sociais e políticas dispostas e capazes de entrar em negociações através da reciprocidade e dos compromissos dentro de uma estrutura cívica.

A cultura do estado de "guerra permanente" mina as condições de confiança e reciprocidade e levanta riscos inaceitáveis para quaisquer interlocutores sociais e políticos.

Dentro do estado militarizado – especialmente devido às suas ligações profundamente enraizadas a instituições militares regionais dos EUA – apenas "negociações" que reforçam a actual ordem sócio-económica e disposição política institucional são aceitáveis. Mesmo reconhecidos "mediadores da paz" empenham-se em "negociações" só com um lado exigindo concessões unilaterais de insurgentes e raramente fazem exigência de concessões recíprocas do Estado.

A maior parte dos países latino-americanos que passaram por transições do domínio ditatorial para a política eleitoral respeitou os oponentes. Só a Colômbia assassinou toda a liderança política e os activistas – da União Patriótica – que se converteram da luta armada para a luta eleitoral. Nenhuma outra oposição latino-americana (ou europeia ou asiática) experimentou a violência do estado infligida à União Patriótica (UP): o assassínio de 5.000 activistas incluindo candidatos ao Congresso e à Presidência.

Os actuais regimes de centro-esquerda da América do Sul, suas economias em expansão e as lutas de movimentos sociais livres e abertas, são um produto de levantamentos sociais (entre 1999-2005) que terminaram "políticas militarizadas". Revoltas populares na Bolívia, Argentina, Equador e Venezuela abriram o caminho para o centro-esquerda. No Brasil, Uruguai e Chile movimentos sociais ajudaram a deslocar regimes de direita.

Em consequência de lutas de massa e levantamentos populares, regimes de centro-esquerda prosseguem políticas económicas relativamente independentes e programas anti-pobreza progressistas. Eles elevaram padrões de vida e proporcionaram espaço político e social para a continuação da luta de classe

A Colômbia é um dos poucos países que fracassaram em efectuar a transição de um regime militarista de direita para um modelo de bem-estar e desenvolvimento de centro-esquerda, porque ao contrário do resto da América Latina ela ainda tem de experimentar um levantamento popular, resultando numa nova configuração política.

Colonatos de paz: América Central ou Indochina?

"Colonatos de paz" produzem vencedores e perdedores. Eles reflectem a correlação de forças externa e interna. O processo de negociação, incluindo quem é consultado no estabelecimento de prioridades e em efectuar concessões, é central para a trajectória futura do "processo de paz".

A história recente proporciona-nos dois "processos de paz" diametralmente opostos e com consequências dramaticamente diferentes: os aldeamentos de paz indochineses de 1973-75 e os aldeamentos de paz centro-americanos de 1992-1993. No caso da Indochina e mais especificamente dos aldeamentos vietnamita-americanos, a Frente de Libertação Nacional (FLN), assegurou a retirada das forças militares dos EUA, o desmantelamento de bases militares estado-unidenses e a desmilitarização do estado. a FLN concordou acordou um processo de integração política baseado no reconhecimento de certas reformas sócio-económicas e políticas básicas, incluindo reforma agrária, a recuperação da posse de terras de milhões de camponeses deslocados e o processamento de responsáveis civis e militares acusados de crimes contra a humanidade. Os negociadores da FLN fizeram concessões políticas mas em consulta estreita com a sua base de massa de camponeses, trabalhadores e profissionais. Eles apoiaram o princípio da democratização do estado e desmilitarização da sociedade como condições essenciais para a finalização da guerra.

Ao longo dos últimos 35 anos, o Vietname evoluiu de país socialista independente em direcção a uma economia capitalista pública-privada, transitando para um crescimento mais alto e padrões de vida mais elevados mas aumentando desigualdades e com maior corrupção.

Em contraste, os acordos de paz centro-americanos assinados pelos líderes da guerrilha levaram ao fim do conflito armado e à incorporação da elite insurgente dentro do sistema eleitoral. Contudo, não houve mudanças básicas no sistema militar, económico e social. Nenhuma das organizações populares de massa foi consultada. Ao grosso dos combatentes armados, tantos insurgentes populares como mercenários paramilitares, foi dada alta e tornaram-se um exército de desempregados "armados". Ao longo dos últimos 20 anos, gangs criminosas tomaram o controle de grandes extensões da América Central, ao passo que a elite da guerrilha ex-Farabundo Marti, e dos seus colegas guatemaltecos e nicaraguenses, se tornaram homens de negócio ricos e aliados eleitorais de políticos conservadores. Eles são protegidos por guarda-costas privados e não tomam conhecimento das condições de 60% da população que vive abaixo da linha de pobreza. Os "acordos de paz" na América Central serviram de veículo para a mobilidade social da elite da guerrilha. Eles não acabaram com a violência. Todos os anos mais pessoas deparam-se com mortes violentas do que os que foram mortos durante os anos de guerra civil.

Os acordos de paz vietnamita e centro-americanos tiveram lugar durante diferentes momentos internacionais. Na década de 1970, a União Soviética e a China proporcionavam vasto apoio material e político aos vietnamitas. Durante as negociações de paz centro-americanas, com a União Soviética desintegrada, a China estava virar para o capitalismo e Cuba enfrentava um "período especial" de crise económica devido à perda da ajuda e do comércio soviético.

A mudança na correlação de forças internacional influenciou claramente, mas não determinou, os resultados desfavoráveis na América Central. Em menos de uma década após os desastrosos acordos de paz centro-americanos, a Venezuela, sob o presidente Chávez, conseguiu derrotar um golpe e avançou rumo a uma transformação socialista. Revoltas populares aboliram governantes neoliberais na Argentina, Bolívia, Equador e alhures. O fim da URSS não acabou com lutas de classe bem sucedidas na América Latina.

A reaccionária correlação de forças política da década de 1990 mudou dramaticamente. Em 2011, só a América Central, o México e a Colômbia permanecem como ilhas de reacção num mar de esquerda ressurgente e de lutas populares na América do Sul, Norte de África e Sul da Ásia.

O estabelecimento da paz centro-americana, com sua aceitação do estado militarizado, ligado às exportações agro-minerais das elites e às gangs narco-criminosas, tornou-se um monumento de um "processo de paz" fracassado. O estabelecimento da paz vietnamita, se bem que longe de perfeito, pelo menos proporcionou paz, segurança, reforma agrária e rendimento mais alto para o campesinato e os trabalhadores. Não há dúvida de que a Colômbia tem diferenças históricas e estruturais com a América Central e a Indochina.

Os movimentos sociais armados na Colômbia têm uma história específica a qual antecede os insurgentes centro-americanos em muitos anos e desenvolveu laços políticos com certas regiões e movimentos sociais os quais têm perdurado ao longo do tempo. Ao contrário dos insurgentes centro-americanos e vietnamitas eles também não estão dependentes de apoiantes "externos". Acima de tudo, a experiência fracassada de "reconciliação política" na América Central levou insurgentes colombianos a levantarem condições significativas em relação ao processo de paz, nomeadamente desmilitarização e reformas sócio-económicas (reforma agrária e recuperação de terra para os que dela foram privados). "Paz a qualquer preço" só levará a novas e igualmente virulentas formas de violência, como no caso actual do México com 10 mil mortos por ano, 7 mil assassínios por ano em El Salvador e um número igual de homicídios na Guatemala.

A experiência vietnamita de paz via justiça social e desmilitarização parece assegurar um mínimo de prosperidade. Certamente a correlação internacional de forças melhorou dramaticamente. A América Latina substituiu os regimes fantoches neoliberais. As economias latino-americanas descobriram mercados dinâmicos na Ásia independentes dos EUA. Revoltas populares no Médio Oriente e na Ásia – desde a Tunísia até o Afeganistão – estão a forçar os militares estado-unidenses a recuar. O contexto internacional e regional é muito favorável se a Colômbia souber aproveitá-lo. O método e os modos de luta, aqueles que unem movimentos populares sem distinção, deveriam ser abertamente discutidos e resolvidos sem exclusões. A insurgência é parte da solução, não do problema. A chave para um diálogo frutífero é a desmilitarização do estado, finalizar a presença militar dos EUA, terminar o Plano Colômbia e converter despesas militares em desenvolvimento económico e social.
Postado em 14/08/2011 ás 11:19
Terrorismo político organizado

O massacre norueguês, o Estado, os media e Israel
por James Petras [*]

"Deixem-nos então combater em conjunto com Israel, com nossos irmãos sionistas contra todos os antissionistas, contra todos os marxistas culturais/multiculturalistas".
Manifesto de Anders Behring Breivik

"... existem mais duas células na minha organização"...
Ander Behring Breivik sob custódia policial (Reuters 7/25/11)

O atentado à bomba do gabinete do primeiro-ministro norueguês em 22/Julho/2011, Jen Stoltenberg, do Partido Trabalhista, o qual matou oito civis, e o subsequente assassinato político de 68 ativistas desarmados da Juventude do Partido Trabalhista na Ilha Utoeya, a apenas 20 minutos de Oslo, pelo militante neofascista cristão-sionista, levanta questões fundamentais acerca do crescimento das ligações entre a extrema direita legal, os media "de referência", a política norueguesa, Israel e o terrorismo de extrema direita.

Os meios de comunicação e a ascensão do terrorismo de direita:

Os principais jornais de língua inglesa, The New York Times (NYT), o Washington Post (WP), o Wall Street Journal e o Financial Times (FT), bem como o presidente Obama, culparam "extremistas islâmicos", desde os primeiros relatórios policiais dos assassinatos, publicando um série de manchetes incendiárias (e falsa) e reportagens, etiquetando o evento como o "11/Set da Noruega", o qual refletia a motivação ideológica e justificação mencionada pelo próprio assassino político cristão-sionista, Anders Behring Breivik. Na primeira página do Financial Times (de Londres) de 23-24/Julho, lia-se "Temores do extremismo islâmico: O pior ataque na Europa desde 2005". Obama imediatamente citou o ataque terrorista na Noruega para mais uma vez justificar suas guerras além-mar contra países muçulmanos. O FF, NYT, WP e WSJ ativaram seus auto-intitulados "peritos" os quais debateram acerca de quais líderes ou movimentos árabes/islâmicos foram responsáveis – apesar de informações da imprensa norueguesa da "prisão de um homem nórdico em uniforme de polícia".

Evidentemente, os meios de comunicação e a elite política dos EUA estavam ansiosos por utilizar o atentado bombista e os assassinatos para justificar guerra imperiais em curso além-mar, ignorando o florescimento de organizações internas de extrema direita e indivíduos violentos que são a consequência da propaganda de ódio oficial islamofóbica.

Quando Anders Breivik, um conhecido extremista neofascista, entregou suas armas à polícia norueguesa, sem resistência, e reivindicou o crédito pelo atentado bombista e o massacre, teve início a segunda fase do encobrimento oficial. De imediato ele foi descrito como "um solitário lobo assassino", o qual "atuou sozinho" (BBC, 24/Julho/2011) ou como mentalmente demente, minimizando suas redes políticas, seus mentores ideológicos e compromissos com americanos, europeus e israelenses, que o levaram aos seus atos de terrorismo. Ainda mais ultrajante, os media e responsáveis ignoraram o facto de que este ataque terrorista complexo e com múltiplas fases estava além da capacidade de uma pessoa "demente".

Anders Behring Breivik foi membro de um partido político de extrema-direita, o Partido do Progresso, e colaborador e colaborador de um sítio web abertamente neo-nazi. Ele frequentemente centrava seu ódio sobre o Partido Trabalhista governante pela sua relativa tolerância de imigrantes. Despreza imigrantes, especialmente muçulmanos, e era um ardente apoiante cristão-sionista repressão e terror israelense contra o povo palestino. Sua ação criminosa foi essencialmente política e integrada numa rede política muito mais vasta.

A elite política e os media fizeram todo o possível para negar o entrecruzamento de ligações entre islamófobos ideológicos "legais", como os sionistas americanos Daniel Pipes, David Horowitz, Robert Spencer e Pamela Geller, o Partido da Liberdade da extrema-direita holandesa dirigido pelo intriguista Geert Wilders e seus homólogos no Partido do Progresso norueguês que se mobiliza contra a "ameaça muçulmana". Os terroristas da "ação direta" tomam inspiração em partidos eleitorais, como o Partido do Progresso, o qual recruta e doutrina ativistas, como Behring Breivik, os quais deixam então a "estrada eleitoral" para executarem suas carnificinas sangrentas, permitindo aos promotores do ódio "respeitáveis" condená-lo hipocritamente... após a afronta.

O assassino fascista: Um super-homem solitário viaja mais rápido do que uma bala contra a polícia que se move mais devagar do que uma tartaruga reumática:

O caso do "terrorista lobo solitário" desafia a credibilidade. É um tecido de mentiras utilizadas para encobrir cumplicidade do estado, má conduta da inteligência e a aguda viragem à direita tanto na política interna como externa de países da NATO.

Não há qualquer base para aceitar a afirmação inicial de Breivik de que atuou só devido a várias razões relevantes: Primeiro, o carro bomba, que devastou o centro de Oslo, era uma arma altamente complexa que exigir perícia e coordenação – da espécie disponível para estados ou serviços de inteligência, como o Mossad, o qual se especializa em carros bombas devastadores. Amadores, como Breivik, sem treino em explosivos, habitualmente explodem-se a si próprios ou falta-lhes a qualificação necessária para conectar os dispositivos electrónicos de temporização ou detonadores remotos (como provaram fracassados "sapatos" e "cuecas" dos bombistas da Times Square).

Em segundo lugar, os pormenores de (a) movimentar a bomba, (b) obter (roubando) um veículo, (c) colocar o engenho no sítio estratégico, (d) detonar com êxito e (e) então vestir um elaborado uniforme da polícia especial com um arsenal de centenas de munições e conduzir em outro veículo para a ilha de Utoeya, (f) esperar pacientemente enquanto armado até os dentes por um ferry boat, (g) cruzar-se com outros passageiros no seu uniforme de polícia, (h) acercar-se dos ativistas da Juventude Trabalhista e começar o massacre de grande número de jovens desarmados e finalmente (i) liquidar os feridos e caçar aqueles que tentavam esconder-se ou nadar para longe – não é a atividade de um fanático solitário. Mesmo a combinação de um Super-homem, Einstein e um atirados de classe mundial não podiam executar tais tarefas.

Os media e os líderes da NATO devem encarar o público como passivos estúpidos ao esperar que acreditem que Anders Behring Breivik "atuou só". Ele está disposto a aguentar uma sentença de 20 anos de prisão, pois sustenta que a sua ação coletiva é a fagulha que incendiará seus camaradas e promoverá a agenda dos partidos violentos e legais de extrema-direita. Frente a um juiz norueguês, em 25 de Julho, ele declarou publicamente a existência de "mais duas células na minha organização". De acordo com testemunhas na Ilha Utoeya, foram ouvidos tiros de duas armas distintas vindos de diferentes direções durante o massacre. A política, dizem eles, está a ... "investigar". Não é preciso dizer que a polícia nada encontrou; ao invés disso simularam um "show" para encobrir a sua inação com a invasão de duas casas longe do massacre e rapidamente libertaram os suspeitos.

Contudo, a mais grave implicação política da ação terrorista é a ostensiva cumplicidade de altos responsáveis da polícia. A polícia levou 90 minutos para chegar a Ilha Utoeya, localizada a menos de 20 milhas [32 km] de Oslo, 12 minutos de helicóptero e 25 a 30 minutos de carro e barco. O atraso permitiu aos assassinos da extrema-direita utilizaram toda a munição, maximizando a mortes de jovens, ativistas antifascistas, e devastando o movimento trabalhista juvenil. O chefe de polícia, Sveinung Sponheim, deu a mais fraca das desculpas, afirmando "problemas com transporte". Sponheim argumentou que não estava pronto um helicóptero e que "não podiam encontrar um barco" (Associated Press, 24/Julho/2011).

Mas havia um helicóptero disponível. Ele conseguiu voar a Utoeya e filmar a carnificina em curso, e mais da metade dos noruegueses, um povo marítimo há milénios, possui ou tem acesso a um barco. Uma força policial, confrontada com o que o primeiro-ministro chama a "pior atrocidade desde a ocupação nazi", a mover-se ao ritmo de uma tartaruga reumática para resgatar jovens ativistas, levanta a suspeita de algum nível de cumplicidade. A questão óbvia que se levanta é o grau em que a ideologia do extremismo de direita – neofascismo – penetrou a polícia e as forças de segurança, especialmente os escalões superiores. Este nível de "inatividade" levanta mais questões do que respostas. O que sugere que os sociais-democratas só controlam parte do governo – o legislativo, ao passo que os neofascistas influenciam o aparelho de estado.

O facto claro é que a polícia não salvou uma única vida. Quando finalmente chegou, Anders Behring Breivik havia esgotado a sua munição e rendeu-se à polícia. A polícia literalmente não disparou um único tiro; ela nem mesmo teve de caçar ou capturar o assassino. Um cenário quase coreografado: Centenas de feridos, 68 desarmados, ativistas pacíficos mortos e o movimento da juventude trabalhista dizimado.

A polícia pode afirma "crime resolvido" enquanto a mídia tagarela acerca de um "assassino solitário". A extrema-direita tem um "mártir" para mascarar um novo avanço na sua cruzada anti-muçulmana e pró Israel. (Recorda o celebrado fascista israelense-americano, assassino em massa, Dr. Baruch Goldstein, que massacrou dúzias de palestinos desarmados, homens e rapazes e um pregador, em 1994).

Apenas dois dias antes dos assassínios políticos, o responsável do Movimento da Juventude do Partido Trabalhista, Eskil Pederson, deu uma entrevista ao Dagbladet, o segundo maior tabloide da Noruega, na qual anunciava um "embarco económico unilateral de Israel por parte da Noruega" (Gilad Atzmon, 24/Julho/2011).

O facto que importa é que os militares noruegueses não têm problemas e despachar rapidamente 500 tropas para o Afeganistão, a milhares de quilómetros e proporcionar seis jactos e pilotos da Força Aérea Norueguesa para bombardear e aterrorizar a Líbia. E ainda assim eles não podem encontrar um helicóptero ou um simples barco para transportar a sua polícia algumas centenas de metros para impedir um ato terrorista interno da direita – cujo comportamento assassino estava a ser descrito segundo a segundo pelas jovens vítimas aterrorizadas nos seus tele móveis aos seus pais desesperados.

As raízes imperiais do fascismo interno: Conclusão

Claramente, as decisões da Noruega e outros países escandinavos de participar nas cruzadas imperiais dos EUA contra muçulmanos e especialmente árabes no Médio Oriente excitaram e revigoraram a direita neofascista. Eles agora querem "trazer a guerra para casa": querem que a Noruega vá mais além, "expurgar a nação, pela expulsão de muçulmanos. Eles querem "enviar uma mensagem" ao Partido Trabalhista: Ou aceita uma plena agenda neofascista a favor de Israel ou aguarda mais massacres, mais fascistas eleitos, mas seguidores de Anders Behring Breivik.

O "Partido do Progresso" é agora o segundo maior partido político na Noruega. Se uma coligação "conservadora" derrotar os trabalhistas, neofascistas provavelmente terão assento no governo. Quem sabe, após uns poucos anos de bom comportamento, eles possam encontrar uma desculpa para comutar a sentença do seu ex-camarada ... ou proclamá-lo mentalmente reabilitado e livre.

O que é claramente necessário é a retirada imediata de todas as tropas de guerras imperiais e um combate sistemático, coerente e organizado contra terroristas internos e seus padrinhos intelectuais na América, Israel e Europa. A Juventude Trabalhista deve ir em frente com o seu pedido de que o governo trabalhista, sob o primeiro-ministro Jen Stoltenberg, reconheça a nação da Palestina e implemente um boicote total a bens e serviços de Israel. Uma campanha de educação política nacional e internacional deve ser organizar para revelar as ligações entre fascistas eleitorais respeitáveis e terroristas violentos. Os mártires da Juventude Trabalhista da Ilha de Utoeya deveriam ser guardados no coração e os seus ideais ensinados em todas as escolas. Seus inimigos e apoiantes de extrema-direita, abertos, encobertos ou diretamente cúmplices, deveriam ser revelados e condenados. A melhor armas contra o renovado ataque neofascista é uma ofensiva política e educacional, assumindo as tradições de combate antifascista e anti-Quisling (o notório colaborador nazi da Noruega) dos seus avós. Não é demasiado tarde – se o Partido Trabalhista, os sindicatos noruegueses e a juventude antifascista atuarem agora antes do dilúvio do fascismo ressurgente.


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Postado em 05/08/2011 ás 20:43
EUA: A classe trabalhadora contra a classe média
– Solidariedade ou competição no enfrentamento da crise?
por James Petras

"Creio que não percebe quão difícil é para os oprimidos tornarem-se unidos. A sua miséria une-os (...) Mas por outro lado a sua miséria é capaz de separá-los uns dos outros, pois são forçados a arrancar as pobres migalhas das bocas uns dos outros".
Bertolt Brecht, Collected Plays Vol. 9 (Pantheon Books New York 1972) p. 379

. Há dois factos incontestáveis acerca dos Estados Unidos: a economia e a classe trabalhadora experimentam uma crise económica prolongada a qual perdura há mais de três anos e não mostra sinais de acabar; não houve grande revolta, resistência em massa nacional ou mesmo protestos em grande escala com quaisquer consequências. Poucos escritores tentaram abordar este paradoxo aparente e aqueles que o fizeram deram respostas parciais as quais de facto levantam mais questões do que respondem.

Linha de investigação

No essencial, a maior parte dos que escrevem enfatizam um dos dois lados do "paradoxo". Os analistas da "crise" focam a extensão, duração e natureza duradoura da ruptura económica, descrevendo seu duro impacto sobre a classe trabalhadora e a média em termos de perdas de emprego, benefícios, salários, hipotecas, etc. Outros, principalmente na esquerda progressista, enfatizam os protestos locais, respostas críticas em inquéritos de opinião, queixas ocasionais de burocratas sindicais e as esperanças e sermões de académicos e sabichões de que uma "revolta" está a caminho no futuro próximo.

Dentre a minoria de analistas críticos menos confiantes, há desespero ou, pelo menos, uma visão mais pessimista do "paradoxo". Eles apontam vários obstáculos psicológicos, organizacionais e políticos profundamente assentes que impedem qualquer revolta ou inquietação de massa de apossar-se do público dos Estados Unidos.

Em geral, estes críticos vêem a classe trabalhadora e média como "vítimas" do sistema, influenciada por líderes falsos, manipulação dos media, capitalismo corporativo e o sistema de dois partidos, o que os impede de perseguir os seus interesses de classe.

Neste ensaio, buscarei uma linha alternativa de análise a qual argumentará que os "inimigos externos" bloqueando a resistência da classe trabalhadora e da média são ajudados e encorajados pelo comportamento e interesse percepcionado dentro das classes. No prosseguimento desta linha de investigação, argumentarei que tanto a natureza como o âmbito da "crises" foi mal compreendido no seu impacto sobre a classe trabalhadora e a média e, em consequência, o grau de contradições internas dentro daquelas classes não tem sido adequadamente entendido.

Conceitos chave: clarificando 'crises' e o seu impacto

Crises económicas, mesmo severas, prolongadas, tal como a que afecta hoje os EUA, não têm um impacto uniforme sobre todos os sectores da classe trabalhadora e da média. O impacto desigual segmentou a classe trabalhadora e a média entre aqueles que são afectados adversamente e aqueles que não o são, ou quem é certas circunstâncias saiu beneficiado. Esta segmentação é um factor chave responsável pela falta de solidariedade de classe resultou em "contradições" dentro e entre a classe trabalhadora e a média.

Em segundo lugar o desenvolvimento da organização social – especialmente sindicalização – entre trabalhadores do sector público e privado levou os primeiros a assegurar e reter maiores benefícios sociais e aumentos e salários, ao passo que os últimos perderam terreno. Os trabalhadores do sector público valem-se de financiamento público para financiar seus "interesses corporativos" ao passo que os do sector privado são forçados a pagar impostos acrescidos, devido à legislação fiscal regressiva. O resultado é um aparente ou real conflito de interesses entre trabalhadores públicos bem organizados unidos em torno de um estreito conjunto de interesses (próprios) e a massa de trabalhadores não organizados do sector privado a qual, incapaz de aumentar seus salários através da luta de classe, posiciona-se ao lado dos "conservadores fiscais" (financiados pelo big business ) para exigir cortes entre trabalhadores do sector público.

O sectarismo político, especialmente entre democratas da classe média e trabalhadora, mina a solidariedade de classe e enfraquece a resistência social unificada. Isto é evidente em relação a questões de guerra e paz, de crise económica e de cortes em programas sociais. Quando os democratas ocupam posição [no governo], quando anunciam guerra e os gastos de guerra multiplicam-se, o grosso do movimento da paz desapareceu, protestos do trabalho contra cortes orçamentais concentram-se sobre governadores republicanos, não democratas, mesmo quando a classe trabalhadora e a média (incluindo empregados do sector público) é afectada adversamente.

Os milionários dirigentes sindicais de topo (salário médio anual de mais de US$300 mil mais benefícios) aprofundam a divisão ao dar prioridade à segurança da sua posição através de contribuições de milhões de dólares aos democratas, comprando portanto segurança quanto aos fluxos de rendimento decorrentes de pagamentos devidos. A segurança do funcionalismo, através do alinhamento com legisladores, governadores, presidentes de municipalidades e líderes executivos do Partido contribui mais uma vez para a divisão no interior da classe trabalhadora entre "funcionários seguros" e seus seguidores por um lado e o resto da classe média e da trabalhadora.

A operar com estes conceitos chave, voltaremos agora para a descrição das "condições objectivas de crise", um levantamento crítico de algumas explicações para o "paradoxo", prosseguiremos com um exame pormenorizado das "contradições internas" e concluiremos esboçando alguns pontos de partida para a resolução do paradoxo.

A crise económica é real, profunda e prolongada

Os sintomas e estruturas de uma crise económica profunda são facilmente visíveis para qualquer um, mesmo o mais obtuso apologista do governo ou economista de prestígio: os desempregados e subempregados atingiram 18 a 20 por cento. Uma em cada três famílias dos EUA é directamente afectada pela perda de emprego. Um em cada dez proprietários de casa americanos está ou atrasado nos pagamentos da hipoteca ou enfrenta o arresto. Mais da metade dos desempregados actuais (9,1 por cento) esteve sem trabalho durante pelo menos seis meses. Cortes maciços em despesas públicas e investimentos levaram ao fim de programas de saúde, educacionais e de bem-estar para dezenas de milhões de famílias de baixo rendimento, crianças, os deficientes, os pensionistas idosos. Firmas privadas eliminaram ou reduziram pagamentos de seguro de saúde, deixando mais de 50 milhões de trabalhadores americanos sem seguro de saúde e outros 30 milhões com cobertura médica inadequada. Isenções fiscais, tributação reduzida e regressiva aumentaram pagamentos de impostos sobre salário e trabalhadores assalariados, reduzindo seu rendimento líquido. Aumentos sobre pagamentos de pensões e de saúde forçaram empregados da classe média e trabalhadora a sofrerem nova redução do rendimento líquido. As despesas acrescidas para pelo menos quatro guerras (Iraque, Afeganistão, Paquistão e Líbia), preparativos para uma quinta (Irão) e apoio ao estado mais militaristas do mundo (Israel) e um altamente expandido e custoso aparelho de segurança interna (só o Homeland Security custa US$180 mil milhões) deterioram muito o ambiente, os lugares de trabalho, o espaço de lazer e os padrões de vida.

O poder político corporativo e o controle absolutamente tirânico sobre o lugar de trabalho aumentou o medo, a insegurança e o terror virtual entre empregados que enfrentam ritmos acrescidos e eliminação arbitrária de qualquer intervenção na saúde e segurança do lugar de trabalho, na programação do trabalho, nas cargas de trabalho acima e abaixo dos prazos. Empregos em serviços de baixo pagamento proliferam, empregos bem pagos são exportados do país; fábricas manufactureiras são relocalizadas no exterior; profissionais e trabalhadores imigrantes mal pagos são importados aumentando a pressão sobre os trabalhadores americanos para competir por pagamento mais baixo e menores benefícios. A "crise económica" está incorporada na estrutura profunda do capitalismo estado-unidense e não é um "fenómeno cíclico" sujeito a uma recuperação dinâmica, restaurando empregos, lares, padrões de vida e condições de trabalho perdidos.

Respostas da classe trabalhadora e da média à crise económica

A crise económica profunda, enraizada e generalizada não produziu quaisquer revoltas proporcionais, rebeliões ou mesmo um movimento nacional de protesto constante. Na melhor das hipóteses, protestos de segmentos específicos da classe trabalhadora e da média tem procurado defender estreitos interesses organizativos e económicos. O movimento de protesto dos empregados públicos em Wisconsin foram tão excepcionais na sua militância quanto ficaram isolados e limitados quanto ao seu impacto nacional. Quando governadores republicanos na Califórnia e democratas em Nova York eliminaram dezenas de milhares de milhões de dólares em salários, pensões e benefícios de saúde para centenas de milhares de empregados públicos sindicalizados, responsáveis sindicais guincharam de modo impotente do lado de fora, incapazes de organizar quaisquer protestos sérios e muito menos movimentos populares. Embora inquéritos de opinião pública registem altos níveis de preocupação individual acerca das crises económicas e insatisfação com a resposta de ambos os partidos políticos às crises isto não levou à actividade prática, nem tão pouco daí emergiu qualquer "movimento" de massa – o descontentamento permanece privado e inconsequente.

Até que milhões das classes média e trabalhadora estejam profundamente preocupados com as crises económicas em cursos não pode haver repercussões sociais ou políticas significativas passadas, presentes ou no futuro previsível.

Todas as esperanças bombásticas e "prognósticos ameaçadores" da parte de liberais e gente de esquerda, socialistas e progressistas, que escreveram e previram uma próxima "revolta da massas" estavam redondamente erradas. A crise continua e as altamente insatisfeitas classe média e trabalhadora continuam a sofrer privadamente, a resmungar seus descontentamentos isoladamente, pouco desejosas de empenhar-se em qualquer acção colectiva de massa.

Mesmo quando os mass media, mesmo quando a Internet, o Facebook e o Tweeter apresentam milhões a manifestarem-se, a golpearem e mesmo a derrubarem regimes opressivos no Médio Oriente e na África do Norte, mesmo quando nos noticiários transparecem repetidas greves gerais e ocupações de massa de praças públicas por empregados, trabalhadores e desempregados na Grécia, Espanha, Portugal, Itália e França, os trabalhadores dos Estados Unidos permanecem apáticos, indiferentes e impotentes para "aprender as lições" e "efectuar acções colectivas" mesmo quando as questões de emprego e cortes são semelhantes.

Explicações para a imobilidade social face às crises económicas

Não há falta de "reconhecimento" de que "alguma coisa está errada" quanto a isto nos Estados Unidos. Não há falta de sabichões a tentarem agarrar o paradoxo das crises económicas e da imobilidade social.

Vários assaltos explicativos estão a pairar através dos media e da Internet. Alguns escritores recorrem a explicações psicológicas para a passividade social destacando o "medo" generalizado da retaliação patronal, da repressão do estado ou uma sensação de "futilidade" e de indiferença e hostilidade a partidos políticos. Os argumentos psicológicos têm algum mérito pois apontam para algumas das causas imediatas do não envolvimento mas falham em explicar o que provoca o "medo" e a sensação de futilidade.

Em resposta, muitos críticos progressistas citam a ausência ou fraqueza de organizações sociais e apontam em particular para o declínio de organizações sindicais, que deixam 93 por cento do sector privado não organizado e os trabalhadores sindicalizados do sector público com poderes limitados de negociação. Se bem que estes críticos estejam certos ao enfatizar a relutância de dirigentes sindicais milionários em romperem novo terreno político e iniciarem novos esforços organizativos, é preciso explicar porque as não organizadas classe média e trabalhadora não lançou por si própria quaisquer novas iniciativas. Dirigentes sindicais têm um longo historial de "retornos" que remontam a pelo menos duas décadas e ainda assim aqueles que são afectados directamente e de modo adverso e aqueles que perderam seus empregos não organizaram uma rede alternativa de solidariedade.

Analistas políticos enfatizam a natureza oligárquica e restritiva do sistema eleitoral que esvazia previamente a emergência de novas iniciativas políticas. O custo de muitos milhões de dólares de concorrer a eleições, a dominância quase monopolista dos mass media pela elite dos dois partidos e o obstáculo legal de assegurar um lugar na votação desencorajam eleitores desencantados a apoiar novas iniciativas políticas. Mas a questão mais profunda é porque movimentos de massa, fora da estrutura dos partidos eleitorais, não emergiram de modo a poder finalmente desafiar a oligarquia política, o monopólio corporativo dos media e mudar os constrangimentos legais quanto à entrada efectiva na arena eleitoral. Por que em outros países ainda mais repressivos emergem movimentos de massa, enfrentando constrangimentos semelhantes quanto a acesso legal e confrontando oligarquias estabelecidas?

Se "constrangimentos externos" semelhantes àqueles encontrados nos EUA levam a respostas comportamentais divergentes, isto levanta a questão de se as diferenças dentro da classe média e da trabalhadora podem ser a fonte da passividade e da imobilidade.

Alguns poucos escritores, principalmente na esquerda, mencionam o divórcio entre intelectuais/académicos e a mobilidade declinante da classe média e trabalhadora. Nos Estados Unidos há poucos intelectuais politicamente empenhados e conferencistas políticos.

O que se passa quanto às classes educadas é que são profissionais académicos em tempo integral que pouco diferem na sua vida social e diária, pouco importando as suas filosofias ideológicas declaradas. A vasta maioria dos académicos de esquerda concebe o seu "activismo" como leitura de documentos uns para os outros em "fóruns sociais" de "esquerda", os quais pouco diferem em formato e consequências das reuniões dos profissionais da corrente dominante.

Mesmo aqueles académicos que tomam um papel político, é principalmente em relação aos multimilionários altos dirigentes sindicais e seu leal aparelho. Em consequência, os académicos progressistas acabaram com pouca penetração junto à vasta maioria de trabalhadores que estão fora dos sindicatos e cujas facções sindicais dissidentes desafiam o nexo corporativo sindicato – Partido Democrata.

Uma explicação alternativa para o "paradoxo"

Um dos problemas chave que inibe um entendimento do paradoxo é o tratamento do conceito chave – "crises". Muitos autores concebem as "crises" de um modo "holístico", presumindo que é "geral" ou "sistémica" e tem um efeito homogéneo sobre a classe média e a trabalhadora. De facto a vasta maioria, digamos três quartos, não sofreu um impacto sério com as "crises". Assumindo que os desempregados e o subempregados compreendam cerca de vinte por cento e acrescentando aqueles que sofreram grave mobilidade para baixo, ainda temos pelo menos 70 por cento cuja preocupação principal é manter sua posição "privilegiada" e desconectar-se daqueles que caíram para fora da órbita da sua classe social. Nos EUA, mais do que em qualquer outro país, as agudas diferenças internas entre empregados sub/desempregdos levaram à "competição" não à solidariedade. Na maior parte dos países do mundo, trabalhadores "desempregados" e "subempregados" podem esperar apoio, suporte activo dos trabalhadores sindicalizados; nos EUA uma vez que empregados da classe média e trabalhadores perdem o seu emprego e não podem pagar dívidas eles são abandonados. Mesmo em termos de vida social, familiar e de vizinhança, são vistos como um "custo", uma drenagem potencial dos recursos daqueles que estão empregados. O empregado vê o desempregado e mal pago como um custo para a previdência, portanto um fardo tributário acrescido ao invés de um aliado na luta para fazer com que a elite corporativa pague impostos mais altos e reduza despesas de guerra. Impostos mais altos entre trabalhadores empregados significa fuga de capital; menores despesas militares significa poucos empregos na indústria de guerra.

A segmentação dentro da classe média e trabalhadora opera a muitos níveis. O mais gritante é entre a escala de pagamento de dirigentes sindicais de topo que ganham mais de US$ 300 mil mais benefícios e os desempregados/subempregados que vivem com menos de US$ 30 mil. Estas diferenças económicas são exibidas política e socialmente. O aparelho sindical compra "segurança de emprego" ao contribuir com dezenas de milhões principalmente para os democratas, para assegurar que os sindicatos mantêm a sua legalidade formal e direitos de negociação colectiva. Por outras palavras, os sindicatos dos "organizados", 12% da força de trabalho, são "prisioneiros forçados" do estado "infestado de crises", as quais excluem quaisquer novas iniciativas sócio-políticas que reflectiriam as exigências e os interesses dos sub/desempregados e trabalhadores não sindicalizados com baixa remuneração.

A classe média e a trabalhadora sofrem o impacto das crises de modo diferente: aqueles com empregos e ligações ao Partido Democrata colocam as suas lealdades partidárias acima de qualquer noção de solidariedade de classe. Os que têm emprego não apoiam os desempregados – vêem-nos como competidores numa fatia de rendimento que se contrai.

Se examinarmos estes dois grupos em pormenores descobriremos que os mal pagos e ou sub/desempregados tendem a ser jovens com menos de 30 anos, negros, hispânicos e pais/mães solteiros; os empregados mais bem pagos da classe média e da trabalhadora tendem a ser mais velhos, brancos educados e de procedência anglófona ou judaica. As divisões geracionais, raciais, étnicas desempenham um papel muito maior nos EUA do que em qualquer outra parte, devido ao apagamento da identidade de classe e de perspectivas, as quais diluíram qualquer noção de solidariedade de classe.

A segmentação da classe média e trabalhadora é aprofundada nos EUA pelo facto de que aqueles com emprego estável em muitos casos beneficiam das consequências adversas que afectam a mobilidade descendente (desemprego) dos empregados e trabalhadores.

Os arrestos hipotecários afectam mais de 10 milhões de famílias americanas incapazes de cumprirem seus pagamentos. Bancos ansiosos por recuperar alguma parte dos seus empréstimos, põem à venda casas a preços drasticamente reduzidos. Empregados da classe média e trabalhadora ficam exultantes em comprar casas, mesmo quando membros da sua classe são expulsos para a rua ou para reboques de campismo. Não há movimento para impedir ou protestar contra os despejos por parte de vizinhos, colegas de trabalho e/ou parentes; ao invés disso são feitas investigações discretas acerca da data do leilão.

Trabalhadores mais bem pagos procuram obter bens de consumo mais baratos em super-lojas que empregam trabalhadores de salário mínimo. Os "interesses" dos trabalhadores são definidos pelos interesses imediatos do consumidor individual e não em termos da melhoria de interesses estratégicos resultando do poder social e político potencial de uma classe organizada.

Proprietários de casa da classe média e trabalhadora vêem-se como "contribuintes" aliados a magnatas corporativos e imobiliários no combate pela redução de impostos através de cortes na previdência e serviços sociais para a classe trabalhadora de baixa remuneração e os desempregados. O crescimento da revolta da classe superior e médica contra o estado previdência é com efeito uma guerra de um segmento da classe contra outro. Claramente um segmento combate para apanhar as migalhas da boca do outro segmento.

Mesmo entre a classe trabalhadora organizada há segmentação. Bolsões de trabalhadores sindicalizados do sector público mais bem pagos asseguram aumentos de pagamentos, pensões e planos de saúde através de luta colectiva, ignorando os interesses, pedidos e necessidades do mar de trabalhadores não sindicalizados, os quais estão em processo de mobilidade descendente ao pagarem impostos mais altos. Portanto as suas diferenças sócio-económicas foram politizadas pela direita – e os sectores público-privado da classe média e da trabalhadora competem pelas migalhas de um orçamento em contracção.

Quando instalações públicas de saúde e educação declinam, a classe média e a trabalhadora dividiu-se entre aqueles que se voltaram para clínicas e escolas privadas e aqueles que permanecem dependentes de instalações públicas, baseadas em gastos estatais. Os segmentos ligados ao "privado" rejeitam impostos para financiar o "público", minando qualquer solidariedade de classe para melhorar o financiamento e a qualidade da saúde e educação públicas.

Conclusão

É claro que a crise do capitalismo provocou respostas contraditórias entre diferentes segmentos da classe média e da trabalhadora com base no seu impacto diferencial. Identidades de não classe anteriores, divisão económica interna entre líderes e seguidores, divisões geracionais e lealdades partidárias minaram a solidariedade de classe e levaram a queixas inconsequentes e hostilidade difusa.

Competição – não solidariedade – dentro e entre a classe média e a trabalhadora é razão da profunda imobilidade dos americanos face a uma crise económica prolongada e em aprofundamento.

Isso é assim agora e foi no passado. Haverá quaisquer perspectivas de um futuro diferente? Haverá qualquer possibilidade de unir segmentos da classe média e trabalhadora em alguma luta prolongada? Haverá caminhos alternativos para a solidariedade de classe mobilizações populares?

O rumo mais promissor é começar ao nível local e regional e envolver organizações da comunidade local, dissidentes da base sindical e profissionais progressistas (advogados, médicos, etc) em lutas, os quais entram em sintonia com os grupos mais gravemente afectados que enfrentam desemprego, arrestos, sem planos de saúde, etc. Todos os inquéritos mostram uma profunda divergência entre a vasta maioria dos americanos e a elite política de ambos os partidos sobre questões de salvamentos bancários, isenções fiscais para os ricos, "reformas" (privatizações e reduções), Medicare, Medicaid e Segurança Social. Existem divergências sobre as perdas de vidas e as despesas das múltiplas e prolongadas guerras da América (Afeganistão). Referendos propondo (1) acabar com o tecto nas contribuições de segurança social para os ricos finalizariam a chamada "crise da segurança social". (2) Um imposto de vendas sobre transacções financeiras financiaria o défice do Medicare. Investimentos públicos na nossa infraestrutura em deterioração com base na transferência de fundos de guerra (US$790 mil milhões) criaria empregos, aumentaria a procura na economia interna e aumentaria a produtividade e competitividade da economia dos EUA. O apoio à saúde pública é uma questão que une a maior parte dos segmentos da classe média e trabalhadora, trabalhadores sindicalizados da saúde e organizações da comunidade numa confrontação potencial com a grande indústria farmacêutica e as corporações privadas das indústrias da saúde.

Um salário mínimo mais alto – arrancando nos US$12 por hora – podia mobilizar a maior parte dos segmentos da classe media e trabalhadora; iniciativas ao nível local podiam atrair trabalhadores imigrantes e nacionais com baixa remuneração.

Dados de entrevistas demonstram que a maior parte dos americanos têm atitudes aparentemente "contraditórias": apoiam políticas progressistas e regressivas. Exemplo: muitos apoiam o Medicare e "pouco governo", criação de emprego federal e redução do défice; tarifas de importação e importações de bens de consumo baratos. Um programa de educação política abrangente para activistas, que demonstrassem serem factíveis e financiáveis reformas sociais progressistas, pode ser convertido em organização e acção directa. Começamos com uma realidade objectiva, demonstrando que a crise contínua do capitalismo não atende e não pode atender as exigências mais elementares: empregos, habitação, segurança, paz e crescimento. Isso constitui uma grande vantagem sobre os advogados do sistema os quais argumentam em favor de medidas regressivas prolongadas e mais profundas no futuro previsível.

Em segundo lugar, começamos com a vantagem de saber que o país tem a riqueza, qualificação e recursos potenciais para ultrapassar as crises. Em terceiro, podemos argumentar a partir de programas populares relativamente bem sucedidos os quais têm um apoio amplo – segurança social, Medicare, Medicaid – como "exemplos" a estender a aprofundar na cobertura social.

Para a maior parte dos americanos, o combate de hoje, para manter o que existe, é defensivo – esforços para preservar os últimos vestígios de organização independente, defender a segurança social, programas de saúde, educação pública razoável, pensões. A ofensiva corporativa está a "homogeneizar" cada vez mais a classe média e trabalhadora com os segmentos não organizados de baixa remuneração. Há cada vez menos "trabalhadores privilegiados" mesmo que eles ainda não o reconheçam.

A próxima extinção do sindicalismo do sector privado e da sua moribunda liderança milionária proporciona uma oportunidade para começar de novo com uma liderança horizontal, responsável para com os seus membros e integrada com organizações da comunidade de cooperativas, ecologistas, imigrantes e de consumidores. O que é absolutamente claro é que as "crises" sozinhas não resultarão em qualquer levantamento em massa; nem tão pouco "iluminados" académicos progressistas aninhados no seu micro-mundo oferecem qualquer liderança.

A estrada em frente começa com líderes locais a emergirem de coligações locais, a construírem organizações na base de iniciativas políticas e sociais independentes em sintonia com seus vizinhos, trabalhadores amigos e os americanos em mobilidade declinante, organizados e não organizados. Não vejo soluções fáceis ou rápidas para o "paradoxo" mas vejo condições objectivas para construir um movimento. Ouço uma multidão de vozes iradas e dissonantes. Acima de tudo, espero que os oprimidos cessem "arrancar as migalhas uns dos outros".
O original encontra-se em http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=25395

Este artigo encontra-se em http://resistir.info
Postado em 28/06/2011 ás 22:37
Líbia, Obama e a defesa da 'rebelião'
As dificuldades das forças "rebeldes" na Líbia apoiadas pelos imperialistas, apesar da sua enorme vantagem técnico-militar, deve-se a uma liderança traidora, ao seu papel de 'colonialistas internos' que invadem as comunidades locais e, acima de tudo, à destruição insensata de um sistema de bem-estar social que tem beneficiado milhões de líbios vulgares desde há duas gerações.

Por James Petras, no Global Research
A incapacidade de os "rebeldes" avançarem, apesar do apoio maciço do poder imperialista aéreo e marítimo, significa que a 'coligação' EUA-França-Reino Unido terá que reforçar a sua intervenção, para além de enviar forças especiais, conselheiros e equipes assassinas da CIA.

Nas últimas duas semanas a Líbia sofreu o mais brutal ataque imperialista, por ar, por mar e por terra, da sua história moderna. Milhares de bombas e de mísseis, lançados de submarinos, vasos de guerra e aviões de guerra, americanos e europeus, estão a destruir as bases militares líbias, os seus aeroportos, estradas, portos, depósitos petrolíferos, posições de artilharia, tanques, porta-aviões blindados, aviões e concentrações de tropas.

Dezenas de forças especiais da CIA e do SAS têm andado a treinar, a aconselhar e a apontar alvos para os chamados 'rebeldes' líbios empenhados numa guerra civil contra o governo de Muamar Kadafi, as suas forças armadas, as milícias populares e os apoiantes civis ( NY Times 30/03/11).

Apesar deste enorme apoio militar e do total controle dos céus e da linha costeira da Líbia pelos seus 'aliados' imperialistas, os 'rebeldes' ainda não foram capazes de mobilizar o apoio de aldeias e cidades e encontram-se em retirada depois de enfrentarem as tropas governamentais da Líbia e as milícias urbanas, fortemente motivadas ( al-Jazira 30/03/11).

Uma das desculpas mais idiotas para esta inglória retirada dos rebeldes, apresentada pela 'coligação' Cameron-Obama-Sarkozy, e repetida pelos meios de comunicação, é que os seus 'clientes' líbios estão 'pior armados' (Financial Times, 29/3/11). Obviamente, Obama e companhia não contabilizam o grande número de jatos, as dezenas de vasos de guerra e de submarinos, as centenas de ataques diários e os milhares de bombas lançadas sobre o governo líbio desde o início da intervenção imperialista ocidental. A intervenção militar direta de 20 potências militares estrangeiras, grandes e pequenas, flagelando o estado soberano da Líbia, assim como o grande número de cúmplices nas Nações Unidas não contribui com nenhuma vantagem militar para os clientes imperialistas – segundo a propaganda diária a favor dos rebeldes.

Mas o Los Angeles Times (31/Março/2011) descreveu como "… muitos rebeldes em caminhões com metralhadoras deram meia-volta e fugiram… apesar de as suas metralhadoras pesadas e espingardas antiaéreas serem parecidas com qualquer veículo governamental semelhante". De fato, nenhuma força 'rebelde' na história moderna recebeu um apoio militar tão forte de tantas potências imperialistas na sua confrontação com um regime instituído.

Apesar disso, as forças 'rebeldes' nas linhas da frente estão em plena retirada, fugindo desordenadamente e profundamente descontentes com os seus generais e ministros 'rebeldes' lá atrás em Bengazi. Entretanto, os líderes 'rebeldes', de ternos elegantes e de uniformes feitos por medida, respondem à 'chamada para a batalha' assistindo a 'cúpulas' em Londres onde a 'estratégia de libertação' consiste no apelo, perante os meios de comunicação, de tropas terrestres imperialistas (The Independent, Londres) (31/03/11).

É baixa a moral dos 'rebeldes' na linha da frente: Segundo relatos críveis da frente da batalha em Ajdabiya, “Os rebeldes… queixaram-se de que os seus comandantes iniciais desapareceram. Acusam camaradas de fugirem para a relativa segurança de Bengazi… (queixam-se de que) as forças em Bengazi monopolizaram 400 rádios de campo oferecidos e mais 400… celulares destinados ao campo de batalha… (sobretudo) os rebeldes dizem que os comandantes raramente visitam o campo de batalha e exercem pouca autoridade porque muitos combatentes não confiam neles" (Los Angeles Times , 31/03/2011). Segundo parece, os 'twitters' não funcionam no campo de batalha.

As questões decisivas numa guerra civil não são as armas, o treino ou a chefia, embora evidentemente esses fatores sejam importantes: A principal diferença entre a capacidade militar das forças líbias pró-governo e os 'rebeldes' líbios apoiados por imperialistas ocidentais e por 'progressistas', reside na sua motivação, nos seus valores e nas suas compensações materiais. A intervenção imperialista ocidental exaltou a consciência nacional do povo líbio, que encara agora a sua confrontação com os 'rebeldes' anti-Kadafi como uma luta para defender a sua pátria do poderio estrangeiro aéreo e marítimo e das tropas terrestres fantoches – um poderoso incentivo para qualquer povo ou exército.

O oposto também é verdadeiro para os 'rebeldes', cujos líderes abdicaram da sua identidade nacional e dependem inteiramente da intervenção militar imperialista para os levar ao poder. Que soldados rasos 'rebeldes' vão arriscar a vida, a lutar contra os seus compatriotas, só para colocar o seu país sob o domínio imperialista ou neo-colonialista?

Finalmente, as notícias dos jornalistas ocidentais começam a falar das milícias pro-governo das aldeias e cidades que repelem esses 'rebeldes' e até relatam como “um ônibus cheio de mulheres (líbias) surgiu repentinamente (de uma aldeia) … e elas começaram a fingir que aplaudiam e apoiavam os rebeldes…" atraindo os rebeldes apoiados pelo ocidente para uma emboscada mortal montada pelos seus maridos e vizinhos pró-governo (Globe and Mail, 28/03/11 e McClatchy News Service, 29/03/11).

Os 'rebeldes', que entram nas aldeias, são considerados invasores, que arrombam portas, fazem explodir casas e prendem e acusam os líderes locais de serem 'comunistas da quinta coluna' a favor de Kadafi.

A ameaça da ocupação militar 'rebelde', a detenção e a violência sobre as autoridades locais e a destruição das relações de família, de clã e da comunidade local, profundamente valorizadas, levaram as milícias líbias e os combatentes locais a atacar os 'rebeldes' apoiados pelo ocidente.

Os 'rebeldes' são considerados 'estranhos' em termos de integração regional e de clã; menosprezando os costumes locais, os 'rebeldes' encontram-se pois em território 'hostil'. Que combatente 'rebelde' estará disposto a morrer em defesa de um território hostil? Esses 'rebeldes' só podem pedir à força aérea estrangeira que lhes 'liberte' a aldeia pró-governo.

Os meios de comunicação ocidentais, incapazes de entender essas compensações materiais por parte das forças pró-governo, atribuem o apoio popular a Kadafi à 'coerção' ou 'cooptação', agarrando-se à afirmação dos 'rebeldes' que 'toda a gente se opõe secretamente ao regime'.

Há uma outra realidade material, que muito convenientemente é ignorada: A verdade é que o regime de Kadafi tem utilizado a riqueza petrolífera do país para construir uma ampla rede de escolas, hospitais e clínicas públicas . Os líbios têm o rendimento per capita mais alto de África com US$ 14,9 mil por ano (Financial Times, 02/04/11).

Dezenas de milhares de estudantes líbios de baixo rendimento receberam bolsas para estudar no seu país e no estrangeiro. As infra-estruturas urbanas foram modernizadas, a agricultura é subsidiada e os pequenos produtores e fabricantes recebem crédito do governo.

Kadafi promoveu esses programas eficazes, para além de enriquecer a sua própria família/clã. Por outro lado, os rebeldes líbios e os seus mentores imperialistas prejudicaram toda a economia civil, bombardearam cidades líbias, destruíram redes comerciais, bloquearam a entrega de alimentos subsidiados e assistência aos pobres, provocaram o fechamento das escolas e forçaram centenas de milhares de profissionais, professores, médicos e trabalhadores especializados estrangeiros a fugir.

Os líbios, mesmo que não gostem da prolongada estadia autocrática de Kadafi no cargo, encontram-se agora perante a escolha entre apoiar um estado de bem-estar, evoluído e que funciona ou uma conquista militar manobrada por estrangeiros. Muito compreensivelmente, muitos deles escolheram ficar do lado do regime.

O fracasso das forças 'rebeldes' apoiadas pelos imperialistas, apesar da sua enorme vantagem técnico-militar, deve-se a uma liderança traidora, ao seu papel de 'colonialistas internos' que invadem as comunidades locais e, acima de tudo, à destruição insensata de um sistema de bem-estar social que tem beneficiado milhões de líbios vulgares desde há duas gerações.

A incapacidade de os 'rebeldes' avançarem, apesar do apoio maciço do poder imperialista aéreo e marítimo, significa que a 'coligação' EUA-França-Reino Unido terá que reforçar a sua intervenção, para além de enviar forças especiais, conselheiros e equipes assassinas da CIA.

Perante o objetivo declarado de Obama-Hillary quanto à 'mudança de regime', não haverá outra hipótese senão introduzir tropas imperialistas, enviar carregamentos em grande escala de camiões e tanques blindados e aumentar a utilização de munições de urânio empobrecido, profundamente destrutivas.

Sem dúvida que Obama, o rosto mais visível da 'intervenção armada humanitária' em África, vai recitar mentiras cada vez maiores e mais grotescas, enquanto os aldeões e os cidadãos líbios caem vítimas da sua força destruidora imperialista.

O 'primeiro presidente negro' de Washington ganhará a infâmia da história como o presidente americano responsável pelo massacre de centenas de líbios negros e da expulsão em massa de milhões de trabalhadores africanos subsaarianos que trabalham para o atual regime (Globe and Mail, 28/03/11).

Sem dúvida, os progressistas e esquerdistas anglo-americanos vão continuar a discutir (em tom 'civilizado') os prós e os contras desta 'intervenção', seguindo as pisadas dos seus antecessores, os socialistas franceses e os 'new dealers' americanos dos anos 30, que debateram nessa época os prós e os contras do apoio à Espanha republicana… Enquanto Hitler e Mussolini bombardeavam a república por conta das forças fascistas 'rebeldes' do general Franco que empunhava o estandarte falangista da 'Família, Igreja e Civilização' – um protótipo para a 'intervenção humanitária' de Obama por conta dos seus 'rebeldes'.

James Petras é Professor Emérito de Sociologia na Universidade de Binghamton, Nova York. É autor de 64 livros publicados em 29 línguas, e mais de 560 artigos em jornais da especialidade, incluindo o American Sociological Review, British Journal of Sociology, Social Research, Journal of Contemporary Asia, e o Journal of Peasant Studies. Já publicou mais de 2000 artigos. O seu último livro é War Crimes in Gaza and the Zionist Fifth Column in America.

Fonte: ODiario.Info
Postado em 30/04/2011 ás 19:18
Líbia: Obama e a defesa da 'rebelião'
James Petras [*]

Nas últimas duas semanas a Líbia sofreu o mais brutal ataque imperialista, por ar, por mar e por terra, da sua história moderna. Milhares de bombas e de mísseis, lançados de submarinos, vasos de guerra e aviões de guerra, americanos e europeus, estão a destruir as bases militares líbias, os seus aeroportos, estradas, portos, depósitos petrolíferos, posições de artilharia, tanques, porta-aviões blindados, aviões e concentrações de tropas. Dezenas de forças especiais da CIA e do SAS têm andado a treinar, a aconselhar e a apontar alvos para os chamados 'rebeldes' líbios empenhados numa guerra civil contra o governo de Kadafi, as suas forças armadas, as milícias populares e os apoiantes civis ( NY Times 30/03/11).

Apesar deste enorme apoio militar e do total controlo dos céus e da linha costeira da Líbia pelos seus 'aliados' imperialistas, os 'rebeldes' ainda não foram capazes de mobilizar o apoio de aldeias e cidades e encontram-se em retirada depois de enfrentarem as tropas governamentais da Líbia e as milícias urbanas, fortemente motivadas ( Al Jazeera 30/03/11).

Uma das desculpas mais idiotas para esta inglória retirada dos rebeldes, apresentada pela 'coligação' Cameron-Obama-Sarkozy, e repetida pelos meios de comunicação, é que os seus 'clientes' líbios estão 'menos bem armados' ( Financial Times, 29/3/11). Obviamente, Obama e companhia não contabilizam o grande número de jactos, as dezenas de vasos de guerra e de submarinos, as centenas de ataques diários e os milhares de bombas lançadas sobre o governo líbio desde o início da intervenção imperialista ocidental. A intervenção militar direta de 20 potências militares estrangeiras, grandes e pequenas, flagelando o estado soberano da Líbia, assim como o grande número de cúmplices nas Nações Unidas não contribui com nenhuma vantagem militar para os clientes imperialistas – segundo a propaganda diária a favor dos rebeldes.

Mas o Los Angeles Times (31/Março/2011) descreveu como “… muitos rebeldes em caminhões com metralhadoras deram meia-volta e fugiram… apesar de as suas metralhadoras pesadas e espingardas antiaéreas serem parecidas com qualquer veículo governamental semelhante”. De facto, nenhuma força 'rebelde' na história moderna recebeu um apoio militar tão forte de tantas potências imperialistas na sua confrontação com um regime instituído. Apesar disso, as forças 'rebeldes' nas linhas da frente estão em plena retirada, fugindo desordenadamente e profundamente descontentes com os seus generais e ministros 'rebeldes' lá atrás em Bengazi. Entretanto, os líderes 'rebeldes', de fatos elegantes e de uniformes feitos por medida, respondem à 'chamada para a batalha' assistindo a 'cimeiras' em Londres onde a 'estratégia de libertação' consiste no apelo, perante os meios de comunicação, de tropas terrestres imperialistas ( The Independent, Londres) (31/03/11).

É baixa a moral dos 'rebeldes' na linha da frente: Segundo relatos críveis da frente da batalha em Ajdabiya, “Os rebeldes… queixaram-se de que os seus comandantes iniciais desapareceram. Acusam camaradas de fugirem para a relativa segurança de Bengazi… (queixam-se de que) as forças em Bengazi monopolizaram 400 rádios de campo oferecidos e mais 400… telemóveis destinados ao campo de batalha… (sobretudo) os rebeldes dizem que os comandantes raramente visitam o campo de batalha e exercem pouca autoridade porque muitos combatentes não confiam neles” ( Los Angeles Times , 31/03/2011). Segundo parece, os 'twitters' não funcionam no campo de batalha.

As questões decisivas numa guerra civil não são as armas, o treino ou a chefia, embora evidentemente esses fatores sejam importantes: A principal diferença entre a capacidade militar das forças líbias pró-governo e os 'rebeldes' líbios apoiados por imperialistas ocidentais e por 'progressistas', reside na sua motivação, nos seus valores e nas suas compensações materiais. A intervenção imperialista ocidental exaltou a consciência nacional do povo líbio, que encara agora a sua confrontação com os 'rebeldes' anti-Kadafi como uma luta para defender a sua pátria do poderio estrangeiro aéreo e marítimo e das tropas terrestres fantoches – um poderoso incentivo para qualquer povo ou exército. O oposto também é verdadeiro para os 'rebeldes', cujos líderes abdicaram da sua identidade nacional e dependem inteiramente da intervenção militar imperialista para os levar ao poder. Que soldados rasos 'rebeldes' vão arriscar a vida, a lutar contra os seus compatriotas, só para colocar o seu país sob o domínio imperialista ou neo-colonialista?

Finalmente, as notícias dos jornalistas ocidentais começam a falar das milícias pro-governo das aldeias e cidades que repelem esses 'rebeldes' e até relatam como “um autocarro cheio de mulheres (líbias) surgiu repentinamente (de uma aldeia) … e elas começaram a fingir que aplaudiam e apoiavam os rebeldes…” atraindo os rebeldes apoiados pelo ocidente para uma emboscada mortal montada pelos seus maridos e vizinhos pró-governo ( Globe and Mail, 28/03/11 e McClatchy News Service, 29/03/11).

Os 'rebeldes', que entram nas aldeias, são considerados invasores, que arrombam portas, fazem explodir casas e prendem e acusam os líderes locais de serem 'comunistas da quinta coluna' a favor de Kadafi. A ameaça da ocupação militar 'rebelde', a detenção e a violência sobre as autoridades locais e a destruição das relações de família, de clã e da comunidade local, profundamente valorizadas, levaram as milícias líbias e os combatentes locais a atacar os 'rebeldes' apoiados pelo ocidente. Os 'rebeldes' são considerados 'estranhos' em termos de integração regional e de clã; menosprezando os costumes locais, os 'rebeldes' encontram-se pois em território 'hostil'. Que combatente 'rebelde' estará disposto a morrer em defesa de um território hostil? Esses 'rebeldes' só podem pedir à força aérea estrangeira que lhes 'liberte' a aldeia pró-governo.

Os meios de comunicação ocidentais, incapazes de entender essas compensações materiais por parte das forças pró-governo, atribuem o apoio popular a Kadafi à 'coerção' ou 'cooptação', agarrando-se à afirmação dos 'rebeldes' que 'toda a gente se opõe secretamente ao regime'. Há uma outra realidade material, que muito convenientemente é ignorada: A verdade é que o regime de Kadafi tem utilizado a riqueza petrolífera do país para construir uma ampla rede de escolas, hospitais e clínicas públicas . Os líbios têm o rendimento per capita mais alto de África com 14 900 dólares por ano ( Financial Times, 02/04/11).

Dezenas de milhares de estudantes líbios de baixos rendimentos receberam bolsas para estudar no seu país e no estrangeiro. As infra-estruturas urbanas foram modernizadas, a agricultura é subsidiada e os pequenos produtores e fabricantes recebem crédito do governo. Kadafi promoveu esses programas eficazes, para além de enriquecer a sua própria família/clã. Por outro lado, os rebeldes líbios e os seus mentores imperialistas prejudicaram toda a economia civil, bombardearam cidades líbias, destruíram redes comerciais, bloquearam a entrega de alimentos subsidiados e assistência aos pobres, provocaram o encerramento das escolas e forçaram centenas de milhares de profissionais, professores, médicos e trabalhadores especializados estrangeiros a fugir.

Os líbios, mesmo que não gostem da prolongada estadia autocrática de Kadafi no cargo, encontram-se agora perante a escolha entre apoiar um estado de bem-estar, evoluído e que funciona ou uma conquista militar manobrada por estrangeiros. Muito compreensivelmente, muitos deles escolheram ficar do lado do regime.

O fracasso das forças 'rebeldes' apoiadas pelos imperialistas, apesar da sua enorme vantagem técnico-militar, deve-se a uma liderança traidora, ao seu papel de 'colonialistas internos' que invadem as comunidades locais e, acima de tudo, à destruição insensata de um sistema de bem-estar social que tem beneficiado milhões de líbios vulgares desde há duas gerações. A incapacidade de os 'rebeldes' avançarem, apesar do apoio maciço do poder imperialista aéreo e marítimo, significa que a 'coligação' EUA-França-Inglaterra terá que reforçar a sua intervenção, para além de enviar forças especiais, conselheiros e equipas assassinas da CIA. Perante o objectivo declarado de Obama-Clinton quanto à 'mudança de regime', não haverá outra hipótese senão introduzir tropas imperialistas, enviar carregamentos em grande escala de caminhões e tanques blindados e aumentar a utilização de munições de urânio empobrecido, profundamente destrutivas.

Sem dúvida que Obama, o rosto mais visível da 'intervenção armada humanitária' em África, vai recitar mentiras cada vez maiores e mais grotescas, enquanto os aldeões e os citadinos líbios caem vítimas da sua força destruidora imperialista. O 'primeiro presidente negro' de Washington ganhará a infâmia da história como o presidente americano responsável pelo massacre de centenas de líbios negros e da expulsão em massa de milhões de trabalhadores africanos subsaarianos que trabalham para o atual regime ( Globe and Mail, 28/03/11).

Sem dúvida, os progressistas e esquerdistas anglo-americanos vão continuar a discutir (em tom 'civilizado') os prós e os contras desta 'intervenção', seguindo as pisadas dos seus antecessores, os socialistas franceses e os 'new dealers' americanos dos anos 30, que debateram nessa época os prós e os contras do apoio à Espanha republicana… Enquanto Hitler e Mussolini bombardeavam a república por conta das forças fascistas 'rebeldes' do general Franco que empunhava o estandarte falangista da 'Família, Igreja e Civilização' – um protótipo para a 'intervenção humanitária' de Obama por conta dos seus 'rebeldes'.
04/Abril/2011
[*] Professor Emérito de Sociologia na Universidade de Binghamton, Nova Iorque. É autor de 64 livros publicados em 29 línguas, e mais de 560 artigos em jornais da especialidade, incluindo o American Sociological Review, British Journal of Sociology, Social Research, Journal of Contemporary Asia, e o Journal of Peasant Studies. Já publicou mais de 2000 artigos. O seu último livro é War Crimes in Gaza and the Zionist Fifth Column in America.

O original encontra-se em
http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=24142 .
Tradução de Margarida Ferreira.

Este artigo encontra-se em http://resistir.info
Postado em 10/04/2011 ás 07:51
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